¿Qué Pasa?

Testigo

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De Río a la Serie del Caribe –

En febrero del 2013 un equipo de periodistas dominicanos viajamos a Río de Janeiro para conocer de su carnaval, atendiendo una invitación de la Cervecería Nacional Dominicana (CND) y su producto Brahma.

Al día siguiente a nuestra llegada el comentario obligado en el lobby del hotel donde nos hospedábamos, ubicado frente a la famosa playa de Copacabana, era la avasallante publicidad conque, desde entonces, los brasileños promocionaban su escogencia como sede de los Juegos Olímpicos 2016.

La candidatura, presentada oficialmente el 7 de septiembre de 2007 con el envío de la documentación exigida al Comité Olímpico Internacional (COI), pasó por un largo proceso que concluyó el 2 de octubre de 2009, durante la 121 Sesión del COI, celebrada en Copenhague, Dinamarca.

Desde entonces, “Cidade Maravilhosa” fue el contagioso tema, a ritmo de samba, que los creativos cariocas utilizaron para mostrar a través de un spot televisivo y radial las bondades turísticas de Río de Janeiro y su gente. En otras palabras, de nuevo, Río fue vendida como Marca País.

Esta promoción comenzó siete años antes de la celebración de los Juegos Olímpicos fechados para agosto próximo.
Desde nuestra llegada al aeropuerto de Río de Janeiro nos envolvió el ambiente que desde entonces, hace tres años, se vivía, y se vive hoy con más intensidad.

Las principales avenidas de la ciudad lucían adornadas con bajantes, banderines, y esculturas en miniaturas alusivas a este gran evento deportivo.

En Brasil, desde entonces, se respira fiesta deportiva.

Uno de los protagonistas más visibles de este gran logro es el alcalde de Río, Eduardo Paes, de 45 años de edad, quien asumió estos juegos como un compromiso personal más que profesional.
Para algunos analistas es un posible candidato a la presidencia de Brasil, si los juegos salen bien.

Salvando la distancia, y a propósito de la Serie del Caribe que se desarrolla desde anoche en la Capital dominicana, muchos se cuestionan por qué las alcaldías del Gran Santo Domingo, muy especialmente la del Distrito Nacional, no se involucran de esta fiesta deportiva, que solo adquiere colorido dentro del Estadio Quisqueya Juan Marichal, más no así en sus alrededores. ¿Qué se los impide? ¿Falta de visión o de interés?

El Nacional

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