¡Caramba!
Caramba caramba
Francisco Alberto caramba
mi comandante te hiciste
te hiciste el muerto en la sierra
se lo creyeron, que bueno!
Francisco Alberto caramba
Ellos contaron el cuento
Francisco Alberto
y ellos no lo creyeron
que tú te has ido no es cierto
tú estás viviendo en el pueblo
Francisco Alberto
Te sembraste en las montañas
Francisco Alberto de Ocoa
y engañaste a los de arriba
los generales y el miedo
Francisco Alberto me alegro
Francisco Alberto caramba.
(Fragmentos de la canción Francisco Alberto Caramba, del cantautor dominicano Ramón Leonardo).
El 16 de febrero de 1973, al salir a toda prisa de la galería de mi hogar ubicado en la calle Seybo 202, en Villas Agrícolas, tropecé con un canillita en cuya mano derecha llevaba el periódico La Noticia.
La portada del diario cubrió mi cara y cuando logré apartarme vi el rostro de Francisco Alberto Caamaño Deñó, muerto, vilmente asesinado luego de ser capturado en las montañas de Nizaíto. Francis era el nombre con el que en mi hogar se mencionaba al Coronel de Abril.
En ese instante me retiré como un resorte hacia el mismo lugar de donde había salido minutos antes de enterarme de la noticia.
Hoy, 36 años después de aquel cruento asesinato, recuerdo todo lo ocurrido en mi hogar ese día. Tras conocer la terrible noticia entré con la misma prisa con que había salido y solo atiné a lanzar hacia el interior de la vivienda ¡Mataron a Francis!
Mis ojos se nublaron, también ese día, un silencio sepulcral se sintió en el comedor donde se encontraban mi madre y mi abuela materna.
Esos recuerdos y otros que rondan mi mente, me hacen pensar como la memoria histórica oculta tras nubres grises un pasado tan reciente que debería estar fresco en el corazón y la mente de los amigos de Francis.
Hoy esos amigos se alejaron de sus principios, de sus sueños de una República Dominicana más justa.
Al ver ayer a Francis Caamaño hijo en un acto en Playa Caracoles que merecía contar con más apoyo, volví a recordar a Francis, al Coronel de Abril, aquel agerrido militar que desembarcó en Playa Caracoles el 3 de febrero de 1973, con un grupo de nueve hombres que buscaban librar una nueva guerra contra los remanentes del trujillato que todavía gravitaban en los estamentos del poder.
aybarjo@gmail.com
www.testigouno.blogspot.com