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Todo apunta al copiloto del A320 como responsable de la catástrofe, según justicia francesa

Todo apunta al copiloto del A320 como responsable de la catástrofe, según justicia francesa

MARIGNANE, Francia, 26 Mar 2015 (AFP) – La investigación sobre la catástrofe del Airbus A320 de Germanwings en los Alpes franceses dio el jueves un giro inesperado, con la revelación por la justicia francesa de que el copiloto habría estrellado voluntariamente el avión.

Esta revelación espectacular, debida al análisis de una caja negra encontrada el martes en el lugar de la catástrofe, coincidió con la llegada a Francia de familias de las 150 víctimas, que tuvieron la primicia de esas informaciones, antes de la conferencia de prensa dada por el fiscal de Marsella Brice Robin en el aeropuerto de Marignane (sur).

Los motivos del copiloto, un alemán de 28 años llamado Andreas Lubitz, siguen sin aclararse, pero el fiscal precisó que no estaba “registrado como terrorista”, información confirmada después por Berlín.

La policía registró este jueves sus dos viviendas, en Dusseldorf y en Montabaur, en el oeste de Alemania.

“Esta tragedia toma una dimensión completamente inimaginable”, declaró Merkel, agregando que “esto va más allá del entendimiento”, en una breve declaración a la prensa, en la cancillería, en Berlín.

El presidente del gobierno español Mariano Rajoy se declaró, por su parte, “conmocionado” por las revelaciones de la investigación. Entre las 150 víctimas, 50 eran españolas y 75 alemanas.

– ‘Voluntad de destruir el avión’ –

El anuncio del fiscal francés causó consternación en Alemania.

“Quería saber dónde vivía el asesino”, gritaba este jueves Hans-Dieter, un ciudadano de 50 años, cerca de la casa familiar de los Lubitz en Montabaur.

“No hay el más mínimo indicio sobre lo que llevó al copiloto a cometer un acto tan horrible”, aseguró Carsten Spohr, director de Lufthansa, casa matriz de Germanwings. “Incluso en nuestras peores pesadillas, no habríamos podido imaginar semejante tragedia”, dijo, entre sollozos.

Lubitz, que tenía 630 horas de vuelo, se quedó solo en la cabina de pilotaje tras la salida del piloto, accionó el botón de descenso y no le dejó abrir la puerta para volver a entrar, indicó el fiscal.

En la caja negra “se oyen varias llamadas del comandante para pedir el acceso a la cabina de pilotaje, pero no hubo ninguna respuesta del copiloto”, agregó.

Lubitz, cuya respiración regular se oye hasta el final, no respondió tampoco a las llamadas de la torre de control que se dio cuenta del descenso anormal del aparato.

“La interpretación más verosímil” es que su gesto “puede analizarse como una voluntad de destruir el avión”, aseguró Brice Robin.

El copiloto trabajaba para Germanwings desde “septiembre de 2013”.

Unas 200 personas, parientes de las 150 víctimas, llegaron el jueves a la zona de la catástrofe y fueron trasladados cerca del lugar en el que se estrelló el avión en la más estricta intimidad y lejos de la prensa.

El fiscal les aseguró que los pasajeros murieron instantáneamente y que “no se dieron cuenta de que el avión se estrellaba hasta el último momento”.

En los últimos segundos antes del choque contra la montaña, la grabación de 30 minutos deja oír la alerta señalando la proximidad del suelo y los gritos de los pasajeros.

Tras las revelaciones de este jueves, varias aerolíneas, incluida la británica Easyjet, primera compañía de bajo coste europea, anunciaron que impondrán la presencia continua de dos personas en la cabina de pilotaje durante los vuelos.

Horas después, Canadá decretó la entrada en vigor “inmediata” de esa medida para todas las compañías canadienses, y la federación alemana del sector aéreo aseguró que también la aplicará.

– Operaciones de recuperación muy largas –

Los primeros restos de las víctimas fueron heliportados el miércoles por los equipos de socorro en el lugar de la catástrofe, cerca de Digne (sudeste).

El jueves se reanudaron las operaciones de rescate de los cuerpos y de búsqueda de la segunda caja negra, la que contiene los datos del vuelo, que sigue sin ser encontrada. Forenses acompañados por gendarmes especialistas de la montaña fueron llevados en helicóptero hasta el sitio.

Según el teniente-coronel Xavier Vialenc, los gendarmes “tratan de recuperar todo lo que pueden”. La tarea será “larga, muy larga, al menos 15 días”, dijo.

Las familias de víctimas que llegan a la región pueden recogerse en capillas ardientes organizadas en dos localidades cercanas, Seyne-les-Alpes y Le Vernet.

Se va a pedir a los parientes muestras de ADN a fin de facilitar la identificación de los restos humanos. Esta identificación va a llevar “días e incluso semanas”, advirtió el fiscal. Interpol envió un equipo de especialistas para ayudar a esa tarea.

Las 150 víctimas eran originarias de unos veinte países.

 

El Nacional

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