¡Rusos tramposos!
Se trata de una sentencia compacta la que dictó el Comité Olímpico Internacional(COI) a Rusia, después de completar dilatadas investigaciones que arrojaron lo que se decía hace muchos meses, de que dopaba a sus atletas para obtener mejor rendimiento en competencias.
El COI también sancionó a uno de los principales organizadores del deporte ruso, Vitali Mutkó, vice primer ministro y quien era el ministro de Deporte, Turismo y Juventud durante los Juegos Olímpicos de Sochi. A este personaje se le impuso una penalidad vitalicia.
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), mostró a la prensa que “está perturbado no solo por el gran engaño, sino también por cómo fue realizado: al corromper el laboratorio olímpico que estuvo a cargo de las pruebas antidopaje en los Juegos Olímpicos y por órdenes de los propios funcionarios olímpicos de Rusia”.
Aunque Bach no lo dice, queda claro que los olímpicos rusos culpables de ejecutar ese amplio y abusivo programa de dopaje tenían el respaldo del gobierno, que se confirma como “tramposo”.
El escándalo producido por la decisión del Comité Olímpico Internacional es universal, porque las fuertes sanciones no tienen precedente
en la historia olímpica.

En lo adelante, el equipo olímpico de Rusia no podrá participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en Pyeongchang, Corea del Sur.

Y mejor todavía, la decisión de que “sus funcionarios gubernamentales tienen prohibido asistir, que su bandera no será desplegada en la ceremonia inaugural y que su himno no se escuchará”. ¡Qué vergüenza!
Rusia, durante su vida republicana, se mostraba al mundo como el “Gigante de los Deportes Olímpicos”, pero ahora se determina que solo son unos tramposos y que su exhibición de fuerza global estaba sustentada en el dopaje obligatorio a sus atletas.

Según se establece en la resolución condenatoria, los funcionarios olímpicos dejaron la puerta abierta para algunos atletas rusos, con historiales de exámenes antidopaje rigurosos, pueden solicitar permiso para competir.

Sabiamente el COI resolvió que esos atletas portarán un uniforme neutro y los registros siempre mostrarán que Rusia ganó cero medallas.

Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional no dejó claro, cuándo esos atletas podrán obtener el permiso. Se trata, reitero, de una sanción ejemplar, cuya segunda cara de la moneda es una burla a la juventud y a la dirigencia deportiva mundial por parte de un “coloso” tramposo, digo yo, en todos los órdenes.

¡Celebremos la sanción!

TOQUECITOS…Celebremos también la noticia del fraterno periodista
y escritor Rafael Peralta Romero, quien fue elegido nuevo miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua para ocupar el sillón que dejara vacante el destacado poeta don Lupo Hernández Rueda…inceras congratulaciones…El cambio de Giancarlo Stanton, de los Marlins a los Yankees, incluye tres jugadores dominicanos, dos de ellos de Montecristi. Starling Castro y el joven derecho que la tira a 103 millas Jorge Guzmán, una de las promesas en las fincas de Nueva York. Completa el cambio el nativo de Samaná José Dévers, un campocorto de condiciones excepcionales.