Opinión

Toques

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Héctor García

¡Cuidado con el Draft!
No hay una comunidad del país que no esté alarmada con la noticia de un Draft Internacional que desde años vienen ideando y parece que ya lo tienen preparado las Grandes Ligas del Béisbol, el cual afectará de manera turbulenta a República Dominicana.
¡Será un Ciclón Batatero! Se llevará entre sus filosas y largas uñas a miles de dominicanos que operan en los rincones más apartados del país, buscando muchachos para “hacerlos peloteros”.

Este anuncio ha levantando unas polvaredas tan grandes que fue necesario que un grupo de empleados de las Grandes Ligas, residentes y de visita en el país, tuvieran que pasar un par de horas en el agradable despacho del ministro de Deportes, Danilo Díaz, dizque con el objetivo de tomar medidas para una mayor protección a los jugadores dominicanos en su desarrollo.

¡A otro perro con ese hueso! Digo yo, que conozco a los señores Rafael Oscar Pérez, director de la oficina en Santo Domingo de MLB; a la estadounidense Kim NG, vicepresidente de Operaciones de las Grandes Ligas; y el puertorriqueño Jorge Pérez Díaz, vicepresidente consultor Legal de las Grandes Ligas, parte del grupo que se reunió con el ministro de Deportes.
Ellos, sabiamente, están tratando de preparar al Estado dominicano, pensando que es ingenuo, pero de todas maneras, tienen la almohadilla pisada, por si el pícher se vira bien.

Ese Draft, se trata de un sistema de elección internacional que abarataría los bonos de los prospectos de América Latina, entre ellos República Dominicana, Venezuela y Cuba.

Sería una copia del sistema creado y aplicado a los futuros peloteros de Puerto Rico, cuyo crecimiento mermó en más de un 60 por ciento, en los últimos años.

Las escuelas de enseñar béisbol en República Dominicana, incluyendo a los llamados “Buscones”, pero más que todo, las familias pobres del país que cambian su vida cuando le firman un muchacho, verán afectadas sus entradas económica con el Draft Internacional el que vendría a disminuir el interés de los jóvenes en esforzarse para jugar béisbol y convertirlos en muchachos de las calles.

Es por ello que debemos apoyar sin reservas a los que están en el negocio y darle un boicot definitivo a las Grandes Ligas y mandarlos a que vayan a su país a poner reglas, porque aquí tenemos un Gobierno legítimo que respalda a sus ciudadanos, en sentido general.

Invitamos, pues, al ministro de Deportes a no dejarse sorprender de los representantes de las Grandes Ligas y, por el contrario, a formar una comisión de profesionales del área que asesore al Estado dominicano, en esta difícil lucha, la que debe concluir protegiendo a los dueños de escuelas, a los entrenadores criollos y a las millares de familias que tienen cifradas esperanzas, en sus hijos que están jugando béisbol.

El Nacional

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