¡Conviene su disolución!
En nuestra entrega anterior probamos que el Patronato del Complejo Acuático del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y su director ejecutivo, Mario Aybar, violan la Constitución de la República al cobrar por el uso de sus instalaciones, porque tal acto es discriminatorio y promueve el elitismo deportivo.
Pero los problemas internos en el Patronato no paran.
Agradezco el envío de más de 10 correspondencias de clubes, asociaciones, atletas y ex empleados del Centro Acuático, felicitando las entregas anteriores y ofreciendo hasta respaldo personal, para que continúe denunciando males, en la entidad.
No dispongo del espacio para todos, sin embargo hago referencia de una carta que nos envió el profesor de natación José Jáquez, quien dice conocer la raíz de muchos problemas en el órgano e informa que: a) El Patronato mandó a cancelar todos los profesores designados por el Ministerio de Deportes, en el Complejo, incluyéndolo a él, quien lleva 15 años en la posición.
b) Que nombró varios profesores, a los que llama “supuestos profesores” porque en su opinión muchos no saben nadar y ni siquiera tienen una capacitación y por ende no saben lo que es planificar el trabajo para una clase de natación.
c) Que indigna leer la carta del encargado del complejo Mario Aybar, en nombre del patronato, porqué no hay justificación alguna de cobrar y de bloquear el aprendizaje al pueblo, privatizando dicha instalación.
A esto hay que añadir un reportaje de este vespertino publicado el lunes pasado, bajo la firma del periodista Odalis Sánchez, donde se se confirma que “el Patronato aumentó al doble la tarifa mensual y bloquea la entrada a cientos de niños, jóvenes y adultos a la instalación”.
Y que agrega: “La administración del Patronato del Centro Acuático aumentó sin previo aviso hasta casi el ciento por ciento de la cuota mensual que debe de pagar cada atleta, sin importar categorías, hecho que sorprendió a cientos de ellos cuando asistieron
a realizar sus respectivas rutinas y se encontraron con un sistema de seguridad que no le dio acceso, pese a ser infantes con edades desde los nueve años en adelante”.
Es decir que estamos en presencia de un organismo cuya composición y gestión están cuestionados.
¿No sería conveniente su disolución?.
Nadie que ponga trabas al desarrollo del deporte, un derecho consagrado en la Constitución, debe permanecer activo!
Sería nocivo para los clubes, asociaciones y federaciones.
Y lejos de aportar al desarrollo de la disciplina, pone en entredicho su propia funcionalidad.
¿Qué dice el ministro de Deportes?
¿Qué dice el presidente de la República?
