SANTIAGO. Robert Glenn dedicó el triunfo del Club Gregorio Urbano Gilbert a su ardiente fanaticada y dio crédito a sus compañeros por el éxito alcanzado tras llevarse la corona de campeón imponiéndose en seis partidos al Sameji.
Luego de finalizar el partido el panel de cronistas deportivos de Santiago que se dan citas al los juegos en la gran Arena del Cibao, eligieron al estadounidense Glenn puntos y en asistencias en la serie.
“Ha sido una serie buena, difícil, ante un rival que nunca se entregó y debimos trabajar todos juntos para lograrlo”, dijo.
Su trabajo fue puntual, rivalizando cara a cara con Edward Santana, ante quien mantuvo un duelo en la zona pintada, de la que salió con la mejor parte.
Secuestran la Copa
Como es costumbre cerrar un juego crucial en el basket de Santiago es difícil, ayer no fue la excepción, el partido fue parado dos veces cuando desaprensivos lanzaron hielo al tabloncillo.
Pero la nota insólita , y hasta jocosa se produjo cuando la empresa Claro, que había entregado la copa de manera informal en el camerino, quiso hacerlo formal, en la cancha , con banderola y todo.
El licenciado Jayson Tatis ejecutivo de la empresa Claro que, realizó la entrega de la Copa al equipo campeón GUG, la cual fue recibida por los jugadores pasó hacerlo tambien con los ejecutivos, y fanáticos de ese equipo n el tabloncillo.
Pero el trofeo no apareció nunca. El ex jugador del GUG, Jesús -Bocota-Martínez, se apoderó de ella y se la entregó a un multitud que marchaba a pie desde la Gran Arena hacia el ensanche Libertad en una marcha del triunfo.
El hecho pasará a la historia del basket de Santiago, como el día en que Bocota, cambió el guión de la premiación al campeón.
Quedará pendiente “ponerle seguridad privada a la Copa”, tarea del próximo comité organizador , diría Monchy Rodríguez.
La Copa Claro en este momento se exhibe en el Ensanche Libertad donde desde anoche se armo una fiesta ,que seguirá hoy por ser día feriado. LA misma ha servido miles de veces para tomar cerveza, darle abrazos y besos, que es el protocolo de los barrios, hasta que deciden pasearla en el desfile del triunfo y luego colocarla en un lugar visible del club.
