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Tráfico: Rumbo al colapso total

Tráfico:  Rumbo al colapso  total

Santo Domingo.-La alharaca que provocó en los medios de comunicación la aprobación de un nuevo marco legal para el tránsito, se ha ido apagando con el paso del tiempo e incrementándose el caos en calles y avenidas, que están en ruta al colapso total.

Cuando hace ocho meses el Poder Ejecutivo promulgó la Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, ingenuamente la población pensó que había llegado el fin del desorden, pero ahora el caso es peor.

Entaponamientos insoportables, pasajeros transportados en chatarras, amontonados como animales; vehículos estacionados paralelamente o sobre las aceras, son algunas características del desorden.

La Ley 63-17, promulgada el 21 de febrero de este año, devolvió las esperanzas en que que !por fin! tendrían un transito y un transporte organizados, que pongan en primer plano la vida de conductores y peatones.

Empero, en el marco de esa legislación, no se ha implementado ninguna medida que contribuya a aliviar el caos en calles, avenidas y carreteras.

La Ley 63-17, recoge en 360 artículos, todos los aspectos necesarios para la solución definitiva de los problemas que afectan le tránsito, la seguridad vial y el transporte terrestre privado, de carga y pasajeros.

Sin embargo, la mayoría de los conductores siguen violando sin ningún escrúpulo las disposiciones que rigen tránsito, provocando que desplazarse por calles y carreteras siga siendo una practica infernal.

Nadie está exento de ser atropellado por imprudentes automovilistas o desaprensivos motociclistas y las muertes e invalidez por esa causa aumentan cada año.

Cifras aportadas por la Procuraduría General de la República en el 2016 indican que anualmente ocurren en República Dominicana entre 1,600 y 2000 muertes por año, debido a este tipo de accidente.

El Ministerio de Salud Pública reveló que de 2,164 personas fallecieron en accidentes de tránsito en el período 2014-2015, el 85 por ciento fueron.

Esas cifras colocan al país en el segundo lugar entre los 182 países con más muertes en accidentes de tránsito.

Claudia Franchesca De Los Santos

Las causas del caos

La circulación de 6 millones de viajes diarios, sin una frecuencia, sin itinerario.
Automovilistas y peatones exhiben una falta de educación vial que espanta.

Sin ningún escrúpulo ignoran las señales de “Ceda el paso”, “No estacione en esta área”, “Pare”, “Doble vía”, “Una vía”, “No doble en U” y “No gire a la izquierda”, sin importar si conducen carros, camiones, patanas, autobuses o moticicletas.

Abundan las paradas de carros y minibuses públicos en calles y avenidas de dos carriles, dejando solo un pequeño trecho para la circulación del tráfico normal.

Esas paradas son usadas indiscriminadamente para montar, dejar y esperar pasajeros, cerrando el tránsito a los demás competidores y al usuario de la vía en general.

Los conductores de minibuses y autobuses abandonan las rutas autorizadas para circular por áreas residenciales.
Violan los semáforos sin importar el daño que puedan causar a las personas que transitan correctamente.

Existe una alta proliferación de minibuses y autobuses interurbanos que cuando entran a la ciudad comienzan a “conchar” en ruta a su terminal, en competencia con el transporte urbano.

Circulan a altas velocidades en calles de alta densidad poblacional, residenciales, hospitales, escuelas, barrios, parques de de yipetas, carros, autobuses, camiones, motocicletas.

Además, los conductores en general cambian constantemente de carril, ocupan y obstaculizan los cruces de las vías.
Los fallos mecánicos de los vehículos del transporte público y privado son causas constantes de congestionamiento del tránsito en medio de la lluvia.

La mayoría de los carros y autobuses del transporte público transitan sin cristales, sin puertas, con las gomas lisas, sin frenos, espejos retrovisores, ni limpiavidrios y hasta sin placa.

La situación es mucho más grave en el Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y Santiago que aglutinan más del 50 por ciento del parque vehicular a nivel nacional.

Alcances de la Ley

La Ley 63-17 está llamada a revolucionar el transito en el país y corregir el desorden institucional y operativo que le caracteriza.
En primer lugar, sustituye las leyes promulgadas en el país desde 1934 sobre Tránsito Terrestre, incluyendo la 241, de 1967.

Crea nuevos organismos reguladores del tránsito, la seguridad de los ciudanos y la educación vial.

Los conductores del transporte de pasajeros urbano e interurbano no podrán abordar pasajeros que no estén en las paradas establecidas por las autoridades.

Los vehículos sólo podrán transportar pasajeros de acuerdo a la capacidad indicada por el fabricante y se prohíbe colocar asientos adicionales.

Las personas que se dediquen al “motoconcho”, tendrán que usar el número de la placa en un chaleco retro-reflectivo, usarán casco, y licencia de conducir aprobada por el Intrant.

Crea el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) como organismo nacional rector del sistema de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial del país.

Los conductores que violen la ley serán castigados con multas que van desde un salario mínimo hasta 20 y serán canceladas las licencias de los que provoquen accidentes lamentables por imprudencia, entre otras medidas.

Dentro de 10 años

Esta semana, la directora del Intrant, Claudia Franchesca de los Santos, afirmó que esa esa institución necesitará de 10 años para aplicar en un 100 por ciento la Ley 63-17, debido al gran cúmulo que trabajo que significa asumir las funciones de cinco instituciones que fueron cerradas por esa legislación.

La funcionaria afirmó que en este momento no cuenta los empleados ni los técnicos que amerita esa institución.

Tampoco ha contado con recursos suficientes para operar, porque cuando fue creado ese organismo, el Presupuesto Nacional estaba aprobado.

Además, indicó que todas las funciones del INSTANT requieren de la aplicación de un protocolo y un tiempo de aplicación.
Indicó que entre las prioridades del Instrant está implementar un Plan de Seguridad Vial que reduzca en un 30 por ciento las muertes por accidentes de tránsito para el 2020.

También, poner en operación la Escuela Nacional de Formación Vial que creó la nueva Ley.

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Un experto

El ingeniero Deligne Sención , especialista en tránsito y transporte, consideró que , para enfrentar el caos, las autoridades del sector deben tomar en cuenta los cambios de uso experimentado por la ciudades grandes, donde zonas que operaron como residenciales ahora son comerciales, sin los estacionamientos suficientes para el aumento significativo del número de vehículos.

“Hay que regular esos parqueos y modificar el patrón vial de circulación en esos sectores”, precisó.

Asimismo, aconsejó profesionalizar de los agentes de tránsitos, encargados de hacer cumplir en las calles la Ley 63-17.

“No he escuchado ninguna iniciativa en ese sentido y eso es fundamentar para la aplicación de esa Ley”, indicó.

Consideró que incrementa el caos la cantidad de semáforo dañados y otros que funcionan sin estar debidamente sincronizados.
Dijo que los semáforos intelegentes hayn ayudado a resolver los problemas de tránsito en muchos países del mundo.

Un apunte

Los que dirigen
El Consejo de Dirección del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (CODINTRANT) está presidido por el ministro de Obras Públicas.

Está integrado, además, por los ministros de Interior y Policía, Salud Pública, Economía, Planificación y Desarrollo, Educación, el secretario General de la Liga Municipal Dominicana (LMD),el
El procurador general de la República y el director ejecutivo del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre
(INTRANT), con voz, pero sin voto.

El dato

El INTRANT
Fue creado por la Ley 63-17, fusiona cuatro entidades que administraban el tránsito y el transporte. También unifican la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) de la capital y Santiago.

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político