Como en cada campaña electoral muchos dirigentes y aspirantes a cargos congresuales y municipales del país dan riendas sueltas a sus desmedidas ambiciones personales y se convierten en tránsfugas, al pasar de un partido político a otro, atendiendo a razones coyunturales, sin que medien razones ideológicas.
El transfuguismo ataca el débil sistema de partidos dominicano como una plaga que amenaza con provocar consecuencias devastadoras para las organizaciones políticas, que cada vez tienen menos credibilidad en la población votante.
Como si se tratara de un mercado, los tránsfugas negocian acuerdos para apoyar los candidatos presidenciales del Gobierno y la oposición a cambio de ocupar funciones públicas y cargos legislativos.
Como consecuencia, la democracia se debilita y expone a los ciudadanos a vivir períodos de difícil recordación.
La disciplina interna de los partidos ha quedado tan lastimada que algunos dirigentes políticos responden más a los intereses de otros partidos.
“El transfuguismo es una de las grandes pérdidas de la democracia dominicana”, afirmó el expresidente del Senado y candidato a senador de Monte Plata, Ramón Alburquerque.
Sin un marco legal que los proteja, en cada proceso electoral, los partidos pierden dirigentes importantes, senadores, diputados, síndicos y regidores en los cuales invirtieron tiempo, recursos económicos y logísticos para llevarlos a esas posiciones.
En las últimas semanas cinco diputados renunciaron de sus partidos para pasar a otros, argumentando que éstos les niegan la posibilidad de postularse a los cargos que aspiran. El diputado por Azua, Víctor Sánchez, el más votado en las elecciones congresuales del 2010, renunció del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Ahora es el candidato a senador por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) por esa provincia.
El diputado Manuel Jiménez, miembro del Comité Central del PLD, renunció de ese partido al ver tronchadas sus aspiraciones a postularse a la alcaldía de Santo domingo Este, por esa entidad política. Ahora es candidato a esa posición a través de un grupo de organizaciones minoritarias.
El diputado Luisín Jiménez, quien alcanzó esa curul en la boleta del PLD, también se desligó de ese partido.
El diputado por San Cristóbal, Leivin Guerrero, abandonó las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para ingresar al PRM.
Cristóbal Venerado Castillo, diputado del PRM por Hato Mayor, renunció y volvió al PRD.
Asimismo, tres dirigentes del PRD que habían desertado de esa organización para irse al PRM, fueron juramentados nuevamente en el partido blanco. Son ellos Ricardo Rondón, regidor del municipio de Mata Palacio, de la provincia de Hato Mayor, además de José Abelardo Pérez, alcalde del municipio El Valle de la misma provincia, y el diputado Fabio Vargas de la provincia Barahona.
“Hemos vuelto al partido al igual que el buen hijo vuelve a su casa.
Anduvimos deambulando entre nebulosas llenas de envidia, donde el serruchar el palo al otro era la norma. Sin embargo, llegó la hora de que los perredeístas regresen al que siempre fue su partido”, dijo el diputado Vargas, tras su reingreso al PRD, que ahora es aliado del gubernamental PLD.
Los dirigentes del PLD José Andújar, excandidato a alcalde por Santo Domingo Oeste y la exdiputada y aspirante a senadora por la provincia Pedernales Tatis Matos, se fueron al PRM.
¿Y los cargos?
En el presente período legislativo, el PLD perdió nueve diputados, porque los renunciantes conservan los cargos congresuales y municipales.
En la capital, también renunció del PLD, Minou Tavárez Mirabal y Vinicio Castillo Semán, tras la ruptura de la alianza de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) con el partido oficial.
La diputada nacional, Guadalupe Valdez, que fue electa en la boleta del PLD en un acuerdo electoral con el partido Alianza por la Democracia (APD), se convirtió en una gran crítica del partido oficial luego de la ruptura del acuerdo con el PLD.
La discusión en torno a si el escaño es del senador o el diputado, no está definida en la Constitución de la República ni el Proyecto de Ley de Partidos sometido al Congreso Nacional por la JCE.
Las organizaciones políticas quedaron sin un marco legal que les proteja de quedar en minoría en el Congreso y los ayuntamientos.
Sirve de ejemplo el caso del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), organización que en el presente período se quedó sin representación senatorial.
Recientemente, el influyente senador de la provincia La Altagracia, Amable Aristy Castro, abandonó el PRSC, como consecuencia de los conflictos internos por el control de esa entidad.
Posteriormente, adquirió el partido La Estructura y lo transformó en el Parido Liberal Reformista (PLR), una organización con todas las posibilidades de participar aliada al gobernante PLD, en las elecciones de mayo del 2016.
“Sería difícil aprobar una ley para quitar los escaños a los legisladores, porque ellos son representantes del pueblo”, manifestó Eddy Olivares, miembro de la JCE.
Dijo que que el artículo 2 de la Constitución establece que la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce por medio de sus representantes o en forma directa.
Aseguró que el numeral 4 del artículo 77 de la Constitución descarta la posibilidad de que el partido pueda arrebatarle el escaño al representante mediante su expulsión.
Además, que la Ley 157-13 instituye el voto preferencial, mediante el cual los electores votan directamente por el diputado de su preferencia de una lista desbloqueada que presenta el partido.
“Los que hicieron la Constitución son los que estimulan, aplauden el transfuguismo”, afirmó el presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Hatuey De Camps.
“En República Dominicana, los que se marchan se llevan la posición de legislador y eso hace daño”, dijo.
Gómez Casanova, Serulle y Calderón
El transfuguismo también hizo severos estragos en el proceso electoral del 2010.
Julián Serulle renunció a su condición de dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para optar por la candidatura a síndico del PRD por Santiago.
Vítor Gómez Casanova, entonces secretario general del PRSC, se fue al PRD por una candidatura a diputado.
Rafael Calderón, del PRD, exministro del Gobierno perredeísta de Hipólito Mejía y electo diputado por el partido blanco para el período 2006-2010 abandonó esa organización por la candidatura a senador que le ofreció el PLD.
El diputado de La Vega por el (PLD), Guillermo Galván, renunció y pasó a formar filas en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD.
El alcalde de San Cristóbal, Raul Mondesí, siendo diputado del PLD fue juramentado por el PRD cuando ese partido le ofreció la alcaldía.
Corrupción y autoritarismo
“La historia del transfuguismo es la historia de la corrupción en los partidos políticos”, afirmó De Camps, candidato presidencial del PRSD. “Todo aquel que pretende reelegirse, generalmente, estimula esas bajas pasiones”, siguió diciendo.
“Cuando hay un gobierno que no cree en la democracia, que atenta contra ella y usa los cargos, las posiciones públicas, los recursos del poder para comprar la oposición incita el transfuguismo”, dijo Ramón Alburquerque, alto dirigente del PRM.
El abogado Ramón Antonio Veras, atribuye el fenómeno a la descomposición que afecta a la sociedad dominicana, en todos los niveles.
“Se impone crear en nuestro país una democracia nueva, en la cual el pueblo sea actor en la decisión de los grandes asuntos del Estado, y no como ahora, que sólo es llamado a depositar, cada cuatro años, un papel en un cajón para legitimar instituciones infuncionales, degradas y secuestradas”, opinó Veras.
Décadas de transfuguismo
El profesor Casimiro Castro ingresó al PRD, en 1961 donde llegó ser secretario general. En las elecciones de 1962 resultó electo senador por Pedernales hasta 1970. En 1976 dejó el PRD y aceptó un cargo diplomático al PRSC, pero en 1978, cuando Antonio Guzmán asumió la presidencia retornó al partido blanco.
Cuando Joaquín Balaguer volvió a la presidencia en 1986 fue nombrado como subsecretario de Interior y Policía hasta el 2000.
En agosto del 2000, previo al inicio del gobierno de Hipólito Mejía, renunció al PRSC y retornó al PRD.
Otro caso a destacar es el de Angel Lockward, quien logró notoriedad durante el proceso electoral de 1994, en su condición de vocero del Partido Reformista Social Cristiano. En el 2000 apoyó al candidato presidencial Hipólito Mejía.
En el año 2007 volvió a apoyar a Leonel Fernández, siendo nombrado secretario sin cartera y en a partir de agosto de 2008 embajador en Colombia.
Meses después presentó renuncia al cargo al entrar en contradicción con la administración del presidente Leonel Fernández.
Durante la convención del PRD, en el 2012, apoyó a Miguel Vargas Maldonado, quien fue derrotado por Hipólito Mejía.
Héctor Rodríguez Pimentel fue funcionario en el gobierno de los 10 años de Joaquín Balaguer y el PRSC. En el 2000 ocupó un cargo en el gobierno del PRD.
En 2008 fue funcionario del gobierno del PLD.
En el 2012 volvió a apoyar al candidato presidencial del PRD, Hipólito Mejía.
Un apunte
Los hijos de peña Gómez
Hatuey De Camps, candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRSD), cuestionó que el expresidente Leonel Fernández conquistara a los hijos del extinto líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, acción que no se atrevieron a emprender los expresidentes Juan Bosch y Joaquín Balaguer.
“Leonel aplicó el principio de divide y vencerás. Y eso es posible dentro de la concepción maquiavélica. No llegó Balaguer llegó a esos extremos”.
