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Continuando con la cronología de los procesos eleccionarios, debo señalar, que Danilo Medina, candidato del PLD en el 2000, perdió al igual que el doctor Balaguer, por el PRSC, aunque a Hipólito Mejía le faltó una fracción mínima, para alcanzar el 50% más un voto, requisito indispensable, de acuerdo a la Constitución, para ganar en primera vuelta. Pasados algunos días, Balaguer decidió retirarse y dejarle el paso libre al PRD y a Hipólito Mejía.
En el 2004, tras una extraña gestión de Hipólito Mejía, el doctor Leonel Fernández logra desplazar al PRD en la primera vuelta. Si digo que la gestión de Mejía fue extraña, es porque, aunque incorporara a su gabinete y a las posiciones importantes, a destacadas figuras del PRD, los resultados fueron muy adversos. ¿Qué sucedió entonces?
El más grave error fue que a Mejía se le ocurrió escoger durante la transición a sus principales colaboradores, y éstos, en una conducta reprochable, decidieron, en la misma transición, designar a sus subalternos, excluyendo a los dirigentes de base, que habían hecho el trabajo político.
Como era de esperarse, el PRD perdió el apoyo y la posibilidad de retornar al poder. Hay quienes aseguran que muchos secretarios de Estado, se volvieron locos, y pusieron en nómina a las domésticas de sus casas y trabajadores de sus fincas.
Retomando la cronología, en el año 2008, Fernández logra imponerse al PRD. Vuelve a ganar en la primera vuelta. El PRD no logra recomponerse. Las intrigas y las pugnas grupales, pudieron más que la lozanía de la candidatura de Miguel Vargas, que se coloca por encima del 40%, en un empuje que sorprendió a diestros analistas y observadores.
Por razones de economía, hemos echado a un lado las elecciones municipales y congresuales. Lo mismo vamos a hacer en esta entrega final. ¿Qué va a pasar en las elecciones presidenciales del 2012? Eso no lo sabemos, y mal podríamos adelantarnos.
¿Pero qué es lo que está pasando con el trasiego de dirigentes y activistas del PRD al PLD, y viceversa? Aunque el trasiego viene desde muy atrás, nunca como ahora habíamos visto el traspaso masivo de un partido a otro. Creo que eso debe ser objeto de una profunda investigación, y no despacharse cada quien con la opinión que mejor le convenga.
De momento, me parece que la culpa, unas veces es compartida, y otras veces no.
Esperemos, mientras tanto.
