SANTIAGO. Los restos del ex presidente Ulises Heureaux (Lilís) y de otras cuatro personalidades exhumados ayer y trasladados provisionalmente a la iglesia San Antonio de aquí estarán en este último templo por alrededor de cinco meses y serán regresados a la Catedral Santiago Apóstol, cuando concluyan los trabajos de consolidación estructural que son realizados en la misma.
Durante un acto religioso al que asistieron autoridades, familiares de los fallecidos, historiadores y una delegación del Museo del Hombre Dominicano, fueron sacados de su morada en el templo los restos del ex dictador y los de Emilio Reyes González, Gloria Sehuoerer de Haché, Domingo Garris y María de Jesús Jáquez de Garris.
Entre los presentes volvió a surgir la interrogante de si los restos de Lilís debían ser llevados al Panteón Nacional, pero sigue descartada la idea por los conflictos históricos que una decisión de esa naturaleza crearía.
El sacerdote Carlos Santana, quien dirigió el protocolo de la exhumación, dijo que los restos de esas personas descansan ahora en la entrada de la nave lateral izquierda de la iglesia San Antonio, ubicada en la céntrica calle Del Sol, a unas tres cuadras de la catedral en reparación.
El historiador Edwin Espinal, miembro de la Academia de la Historia, al hablar de la vida de los removidos destacó las acciones de cada uno de ellos y el simbolismo de haber sido sepultados en este lugar.
El acta del traslado de esos restos fue firmada por los antropólogos Víctor Ávila, Klenis Taveras y Renato Rimol, junto al historiador Robert Espinal y Elsa Brito de Domínguez.
Los cuatro restos se encuentran desde las 12:30 de ayer en una urna en la iglesia San Antonio.
