Opinión

¿Trujillo nacionalista?

¿Trujillo nacionalista?

Danilo Cruz Pichardo

Todavía hay profesores de ciencias sociales —en centros de estudios de diversos niveles de República Dominicana— que les dicen a los alumnos que el dictador Rafael Trujillo Molina fue un patriota y un gran nacionalista. Es una distorsión histórica, pues no fue ni una cosa ni la otra.

El calificativo de patriota viene del crimen de lesa humanidad cometido en 1937 en contra de unos 18 mil nacionales haitianos, hecho repudiado y condenado por la comunidad internacional y por el cual tuvo que pagar al gobierno haitiano 750 mil dólares, como si se tratara de muertes de animales. Y el calificativo de nacionalista tiene origen en la compra de la compañía eléctrica, hoy Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales. También al comprar el National City Bank (hoy Banco de Reservas) y al liquidar la deuda externa el 21 de julio de 1947, hecho por el cual fue exaltado como el restaurador de la independencia financiera dominicana.

Pero esas nacionalizaciones sólo beneficiaban a Trujillo y a su familia, que llegaron a controlar el 80% de la producción nacional. El grueso de las empresas era propiedad de Trujillo, por lo que se puede decir, con mucha propiedad, que era una economía monopolista.

Trujillo fue dueño de las industrias de sal, carne, arroz, leche, aceite, cemento, licores, papel, embutidos, clavo, botella, café, tabaco, pan, chocolate, mármol, pintura, saco, cordeles, tejidos, seguro y azúcar. Creó ingenios azucareros y compró los demás, excepto el Central Romana y el de la Casa Vicini.

A su muerte dejó unos 300 millones de dólares en bancos extranjeros. Y todas sus empresas pasaron al Estado, denominándolas Grupo Corde, las que fueron vendidas, a precios de vaca muerta, en el primer gobierno de Leonel Fernández. ¿Pueden ser nacionalistas políticos que se roban el dinero del pueblo?

El Nacional

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