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Trump y Sanders logran el efecto ‘momentum’

Trump y Sanders  logran el efecto ‘momentum’

Aunque una tradición no siempre se cumple, es una constante en la política de Estados Unidos que los precandidatos que triunfan en las primarias de Iowa y New Hampshire ganan la nominación presidencial por sus respectivos partidos. Las victorias de Donald Trump y Bernie Sanders en estos dos estados pudiera desatar una bola de nieve en el Super Martes, que en esta campaña será el primero de marzo de este año.
Han habido casos que confirman la regla, verbigracia el del exsenador por Massachusetts Paul Tsongas, quien el 30 de abril de 1991 proclamó su precandidatura presidencial por el Partido Demócrata. En el caucus de Iowa logró un aceptable segundo puesto por detrás de Harkin, pero su gran momento llegó en New Hampshire cuando triunfó por encima de su compañero de partido Bill Clinton, quien quedó en segundo lugar. Esta victoria perfiló a Tsongas como el favorito para la nominación presidencial demócrata. Luego venció en Estados como Utah, Maryland y Washington, pero sorpresivamente antes de llegar al Super Martes se retiró alegando que no tenía recursos económicos para competir en ese gran evento que se aproximaba.

En enero de 1984 a Tsongas le habían diagnosticado una clase de cáncer linfático que no podía ser curado, pero sí tratado y al parecer ese mal fue determinante en el retiro de la competencia electoral. Murió el 18 de enero de 1997 en Boston a los 55 años.
Iowa y Nueva Hampshire son dos pequeños estados poco representativos en términos de votos electorales, pero los triunfos tienen una resonancia nacional que podría marcar la tendencia. Los analistas políticos consideran que son una especie de laboratorio donde los precandidatos prueban técnicas de organización, propaganda y movilización. Los empresarios, donantes, grupos de presión y los medios de comunicación toman el pulso de lo que podría pasar en los siguientes escenarios.

Desde 1976, salvo en 1992, todos los nominados han ganado al menos una de esas dos primarias que inician el proceso estadounidense.
A ese efecto que produce estos dos estados es lo que en Estados Unidos se denomina como ‘momentum’. Esto significa que el candidato en cuestión tiene el viento a su favor y que disfruta de un impulso que puede ayudarle a concitar más respaldos y recaudar más dinero y así poder triunfar en otros estados.

Los estadounidenses creen que ganar esas primarias demuestra que un determinado candidato tiene reales posibilidades de obtener la victoria. Salir derrotado, en cambio, crea dudas sobre la viabilidad de la candidatura y los votantes pierden interés por los derrotados.
Tanto Iowa como New Hampshire han levantado figuras desconocidas y han resucitado campañas.

La primera primaria en New Hampshire se realizó en 1952, siendo la primera en que se votaba por un candidato y no solo por un delegado. En esa ocasión, el presidente Harry Truman no promocionó su candidatura en ese estado y perdió contra Estes Kefauver, lo que produjo que decidiera no buscar la reelección por el Partido Demócrata.

Se registra otro caso significativo en 2008, cuando la campaña de John McCain estaba de capa caída, muy bajo en las encuestas, pero tras su victoria en ese estado tomó nuevo impulso y aumentó 20 puntos en los sondeos y logró ser nominado a la presidencia por el Partido Republicano.
El caucus de Iowa era irrelevante, hasta que en 1968 se convirtió en el primer estado en iniciarse proceso electoral.

Jimmy Carter se dio a conocer en 1976 cuando ganó el caucus, convirtiéndose en un dirigente con figuración a nivel nacional y posteriormente nomimado como el candidato demócrata y presidente del país.

Otro caso en Iowa fue el de George Bush padre, quien en 1980 derrotó al favorito Ronald Reagan, por solo 2% de los votos, dándole un gran impulso en las encuestas, pero finalmente no logró la nominación, pero fue colocado como candidato vicepresidencial. Finalmente Reagan ganó la elección.
La importancia de Iowa también quedó demostrada cuando Barack Obama obtuvo la victoria allí. Ese estado tiene un 91% de población anglosajona, lo que le facilitó al entonces precandidato afroamericano el respaldo de los blancos en otros estados.

Hay que significar que además de ganar en Iowa y New Hampshire tienen que pasar con éxito la prueba del Súper Martes. Estos dos Estados les dan a los candidatos un aire para desplazarse con ventajas.

Dicen que el Super Martes fue creado para contrarrestar de los dos pequeños estados donde comienza la campaña.

Ese día participan en sus primarias o caucus: Alabama, Alaska (sólo el republicano), Arkansas, Colorado (caucus), Dakota del Norte (caucus republicano), Georgia, Massachusetts, Minnesota (caucus), Oklahoma, Tennesse, Tejas, Vermont, Virginia y Wyoming (caucus republicano).
Es en ese proceso que finalmente se determina si el candidato que tuvo un arranque triunfante en Iowa y New Hampshire tiene el potencial y solidez para ganar la elección en la general que este año se celebrará el martes 8 de noviembre.

UN APUNTE

Iowa y New Hampshire

Son dos pequeños estados de la Unión Americana. Según Wikipedia, Iowa está localizado en el Medio Oeste del país. El 92% de la población del estado son blancos, y el mayor grupo étnico son los alemanes, que componen el 35,7% de la población del estado. New Hampshire se encuentra en la región de Nueva Inglaterra, en el noreste del país, ocupando el puesto cuadragésimo sexto de los cincuenta estados.

El Nacional

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