A instancia de Ángel Miolán, visionario y primer director de Turismo, el Dr. Joaquín Balaguer, emitió en el año 1971 una polémica ley que permitía a todos los extranjeros y dominicanos residentes en el exterior, el poder divorciarse al vapor. Esto contraviniendo los argumentos de la iglesia de que era una invitación a los extranjeros para violar el mensaje de Jesús de que “el hombre no debe separar lo que Dios ha unido”(Mateo 20).
Esta simple medida bastó para colocar la incipiente industria turística en el mapa mundial, puesto que inmediatamente llegaron una cantidad de celebridades y el nombre del país estaba todos los días en los más importantes diarios y revistas de la época. Mariah Carey, Barbara Streissand, Elizabeth Taylor, Mia Farrow, Jane Fonda, George Scott, Yull Briner, Robert Kennedy hijo, Michael Jackson y Marc Anthony entre otros, se divorciaron en el país.
El personal que labora en turismo, sabe que muchos turistas viajan esperando disfrutar de las tres Ss: Sun, Sand and Sex (sol, arena y sexo), y bajo esta condición, España ya se ha abierto al turismo homosexual. Al inicio bajo algunas críticas pero con los beneficios económicos obtenidos, ahora están encantados.
Si queremos llegar a 10 millones de turistas, debemos ser pragmáticos, nuestra estrategia debe orientarse a gente adulta y económicamente activa y en esto la población LGBT es una cantera a explorar. No cerrarnos con pronunciamientos homofóbicos y no confundir con pederastas indeseables a los que si debemos rechazar, imponiendo leyes y medidas mas drásticas.
Todos los hoteles en el país pertenecen a cadenas internacionales que tienen programas amigables a la población gay y estarían dispuestos a colaborar. Organizar y/o o promover festivales de cine o de música con artistas como Elton John, Madona, Juan Gabriel entre otros, constituyen un gran atractivo para el sector LGBT. Permitir el matrimonio igualitario para extranjeros seria una oportunidad que Balaguer no habría dejado escapar.
