Aunque tienen ya cinco años en el mercado, los denominados Gummy bear siguen siendo considerados un importante avance en tecnología de implante de silicona.
“La tecnología existe desde hace aproximadamente tres décadas, este tipo de implante es una reciente revolución en los Estados Unidos y Latinoamérica, teniendo solo cinco años en el mercado”, explica la cirujana plástica Tania Medina, del Centro de Cirugía Plástica y Lipoescultura (Cecilip).
La especialista detalla que para dar una idea de cómo los Gummy bear se pueden visualizar, es un implante lleno de un gel de silicona cohesivo que conservaría su forma aun si se corta por la mitad.
“Para decirlo de una forma sencilla, la silicona dentro del implante tiene una mayor cantidad de reticulación. Lleva a cabo mejor forma, y no se arruga ni ondula tanto, aumentando el volumen cerca de la hendidura. Si el implante se rompiese o se fuga, el gel no se filtraría en el cuerpo”, agregó.
Disminuyen la necesidad del cambio
El hecho de que el implante si se rompe no filtraría en el cuerpo, es una parte fundamental puesto que las rupturas y fugas de los implantes pueden causar complicaciones que requieren cirugía adicional.
A eso se debe que los médicos generalmente recomienden el reemplazo de los implantes alrededor de cada década.
“Los nuevos implantes de gel cohesivo tienen una tasa de ruptura de 2.6% por encima de los nueve años, disminuyendo significativamente la necesidad de un cambio. El gel es generalmente suave y natural al tacto, pero algunos fabricantes de implante los fabrican más rígidos que otros”.
