Son muchos los intentos por lograr un hombre nuevo y diferente, que entienda la sensibilidad femenina, pero lo real es que en ese sentido no hemos avanzado mucho.
“La humanidad sigue dormida, se desplazan los valores de la esencia humana, de la familia. Los niños están siendo criados por terceras personas, o por los celulares y las tablets”, aporta el venezolano Oswaldo J. Portillo, quien ofrece asesoría de life coaching aplicada a las relaciones familiares, afectivas y de pareja.
El autor del libro “Aprender a amar en femenino”, quien visitó recientemente el país, analiza que el hombre es un ser básico que muchas veces se siente bien cuando tiene intimidad y comida, mientras que la mujer es un ser mucho más profundo y que va más allá.
“Los hombres no podemos descifrar, por ejemplo, lo que se siente en un embarazo, no llegamos a este nivel, sentimos cuando el niño patea y otras cosas, pero no es lo mismo. Tampoco sabemos manejar el momento sublime que es la intimidad para una mujer”, dice.
“Las mujeres son unos seres de detalles, les gusta ser escuchadas y mientras las escuchas debes aprender a descifrar lo que quiere decir. La mujer tiene percepción, el hombres es básico”, afirma el también instructor de karate.
El porqué del libro
Portillo escribió “Aprender a amar en femenino” el pasado año, luego de una sesión de coaching con una mujer con quien analizaba los que pudieron haber sido sus fracasos en las diferentes relaciones que había tenido.
Sus conclusiones llevaron a esta mujer a manifestarle al final: “No te puedes guardar eso, tienes que decírselo al mundo”.
Fue así como lo escribió en un mes y medio, a pesar de que reconoce que es mucho lo que se puede escribir sobre el tema.
Uno de los capítulos titulado “No saben estar solos”, fue una conversación con alguien de la que salió a colación que muchas veces los hombres ven una divorciada y piensan que es una cena con derecho a desayuno, y lo cierto es que no siempre la mujer tiene como objetivo esa búsqueda o caza, en la que si andan muchos hombres hoy en día.
El profesional ejemplifica que un hombre puede terminar una relación en la mañana y si lo llaman a las seis de la tarde a divertirse con otras mujeres, de seguro va; mientras que por el contrario, la mujer analiza y lo piensa.
El autor confiesa que dentro de su trabajo, le llegan las madres y los hijos con problemas, y es lo que lo lleva a percibir lo que es el dolor ajeno, y decide darle amor al mundo, porque no tiene otra cosa que dar. También es autor del libro “La dieta del alma”.
UN APUNTE
Libro
Oswaldo J. Portillodice que su libro es dirigido a hombres, pero muchas mujeres lo disfrutan.
El libro ayuda a reivindicar y proteger a la mujer. Puede encontrarse en Amazon y en el país en Librería Cuesta.
