WASHINGTON, 19 Nov 2012 (AFP) – Más de una década después de los ataques del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, “un poco de paranoia” entre los estadounidenses ayuda al país a no bajar la guardia ante las amenazas terroristas, dijo un alto funcionario del FBI en una entrevista con la AFP.
“El FBI consiste en dos cosas: en arrestar gente y en neutralizar amenazas”, dijo Michael Clancy, director adjunto de la División de antiterrorismo de la Oficina Federal de Investigación (FBI).
Clancy se refería específicamente a la Operación Tripwire, una campaña iniciada hace varios años y dirigida a sensibilizar a las empresas y negocios respecto a las amenazas terroristas, y enseñarles lo que deben hacer si ven algo sospechoso.
“Las iglesias, los negocios, es su responsabilidad también informar sobre acciones cuando lo consideren”, dijo Clancy.
Cuando Jaled Aldawsari, un ciudadano saudí residente en Texas con una visa de estudiante, compró una gran cantidad de fenol, un químico utilizado para fabricar explosivos, la empresa que se lo entregó alertó a la policía.
Un monitoreo de su computadora permitió a las autoridades determinar que Aldawsari estaba tratando de construir un “arma de destrucción masiva” para atacar varios objetivos clave de Estados Unidos, y a continuación fue arrestado.
Mientras que el Departamento de Seguridad de Estados Unidos anima a las personas a reportar cualquier comportamiento sospechoso a través de su campaña “Ves algo, di algo” (See Something, Say Something), el FBI pide a las empresas, iglesias y negocios hacer lo mismo.
“Creo que un poco de paranoia está bien -no demasiada-, pero Tripwire es bueno en el sentido de que mantiene a un montón de empresas por ahí un poco más alerta”, dijo.
“Es bueno, especialmente a medida que nos alejamos más y más de los acontecimientos del 11-S”, explicó Clancy.
“La gente tiende a tener poca memoria, se quiere que la gente esté centrada exactamente en lo que sucedió el 11-S, quizás hay cosas que las personas deberían haber informado… se trata de las lecciones aprendidas, de mantener a la gente vigilante”, explicó.
El FBI fue objeto de duras críticas por no ver señales antes del tiroteo en un cine de Colorado en julio que dejó 12 muertos, o de un mortífero ataque en un templo sij en Wisconsin el mes siguiente.
Pero Clancy describe a esos agresores como personas marginales que no representaban una “amenaza creíble”, y agregó que Estados Unidos es un país tan grande que sería extremadamente difícil frustrar cualquier amenaza potencial.
“Es casi imposible. Es un país grande, con más de 300 millones de personas, con gente con diferentes ideologías, diferentes creencias, para saber si, de repente, un día, alguien va a ir a cometer un acto terrible como esos”, dijo.
