La marcha del pasado domingo 22 fue contra la corrupción y la impunidad. A pesar del nivel de responsabilidad que se le pueda atribuir al Poder Ejecutivo por no establecer controles adecuados o no colaborar para perseguir los actos dolosos en el manejo de los fondos públicos, hay un llamado de atención a la Justicia. Esa que procesa pequeños y grandes casos y dejando a la población un amargo sabor a frustración.
La prensa ha estado dando seguimiento a un caso que pudiera convertirse en emblemático para entender la justicia en República Dominicana.
Porque, los reparos a la justicia no solo se demandan cuando ésta cede ante la presión del dinero o el poder, sino también cuando es negadora de su naturaleza, cuando se vuelve soberbia, intolerante, abusadora.
El juez Teófilo Andújar, en ese momento titular de la Octava Cámara Penal del Distrito Nacional y ahora Presidente de la Cámara Penal de los Juzgados de Primera Instancia del Distrito Nacional ha demandado a los comunicadores Dany Alcántara y Oscar Medina por difamación e injuria.
El magistrado argumenta que los comunicadores habían denunciado que en un colmado de Ciudad Nueva se reune un juez con abogados y que desde allí se decide la dirección en que al día siguiente se dictan sentencias en un tribunal del Palacio de Justicia. El juez Andújar se ha dado por aludido y ha decido emprender un proceso judicial que está en curso.
El 27 de diciembre pasado los acusados elevaron un recurso justificado por ante la Suprema Corte de Justicia, solicitando el sobreseimiento del caso, dada la calidad del acusador de Juez Presidente de los Juzgados de Primera Instancia del Distrito Nacional, donde pertenece el juez apoderado del juicio, magistrado Franny González Castillo, de la Cuarta Cámara Penal, por lo que es subalterno del acusador, y está en su jurisdicción.
El pleno de la Suprema ha rechazado el recurso y en su opinión es justo y equilibrado que el juez superior inmediato del magistrado del la Cuarta Cámara Penal conozca de un juicio, donde el acusador es su jefe. Como se le puede explicar esto a los que reclaman que la justicia sea justa y equitativa. Ojalá que no estemos ante un hecho con el que se pretenda amedrentar los periodistas.
