¿Qué Pasa?

Un turismo diferente en armonía con la naturaleza

Un turismo diferente en armonía con la naturaleza

Pedernales. Visitar Bahía de las Águilas es una experiencia casi religiosa que hace suspirar sorprendido al visitante, ante la hermosura de esta playa virgen, tal como hace más de 500 años el almirante Cristóbal Colón no pudo substraerse al señalar que esta isla era la “tierra más bella que ojos humanos hayan visto”.

A Bahía de las Águilas se puede llegar por tierra, aunque en vehículo de fuerte tracción, pero es por mar que se vive la real aventura para disfrutar tanto de la playa como de los farrallones, el área rocosa y llena de vida que cubre gran parte de los 15 minutos del trayecto en bote.

Un grupo de periodistas viajó a Pedernales, invitado por el Ministerio de Medio Ambiente, para conocer todo lo que se está haciendo, no sólo en esta área dentro del Parque Nacional Jaragua, sino en toda región conocida como Sur Profundo.

Para llegar a la playa se realiza un viaje de unos 45 minutos desde Pedernales, pasando por Cabo Rojo, hasta llegar a Las Cuevas, donde además del atractivo que destaca su nombre, hay un sendero ecológico, desde el cual, además de poderse apreciar el paisaje desde diversos ángulos, se está en contacto con la flora de la zona.

De Las Cuevas salen los botes para Bahía de las Águilas. Fue aquí, en el restaurante Casa Chiquita, donde el ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, ofreció una rueda de prensa para informar de las remodelaciones que se realizan con una inversión de $300 millones de pesos.

El ministro llegó en helicóptero, luego de supervisar la zona y dijo que “por primera vez hay un master plan consensuado por Medioambiente y el ministerio de Turismo para rehabilitar la infraestructura, para un servicio de calidad”.

Junto al vice ministro de áreas protegidas, Danerys Santana y a César Carrasco, administrador del Parque, ofrecieron informaciones sobre las obras que buscan se adecúen a un manejo ambiental equilibrado.

Rojas Gómez resaltó que se ampliará el aeropuerto de Cabo Rojo y se harán hoteles con modelo de alto estándar, respetando el medio ambiente y los recursos naturales.

“Pedernales tiene potencial para convertirse en el polo turístico que produzca mayor riqueza, un turismo de baja densidad, pero de alto costo”, sostuvo el ministro, precisando que hay áreas de bosque seco que para conservarla se requiere coordinar con la comunidad una explotación vigilada.

Preservar las especies en peligro

Definitivamente, viajar a Pedernales y consecuentemente a Bahía de las Águilas es toda una experiencia que no tiene precio, si se cuenta con las explicaciones de Isabel Bonelly, directora del departamento de Ecoaturismo y de la técnica Dania García, del Ministerio Medioambiental.

Ambas destacaron la necesidad de concienciar sobre la importancia de conservar los recursos naturales para las futuras generaciones.
Esta es la razón por la cual están trabajando con las comunidades, porque son ecosistemas frágiles y se impone la protección de las especies, como las tortugas, que durante casi todo el año anidan en la zona.

Por esa razón se contempla usar autobuses tipo zafari, para trasladar a los visitantes y tener mayor control en el parque Jaragua.
Y es que en la zona está el mayor número de aves del país, con una flora distintiva, especialmente de bosque seco, muchas cuevas, arte rupestre, de la cultura taína y aún más antiguo, además de humedales y especies de reptiles endémicos, especialmente la Cyclura ricordi.
El país es signatario de los acuerdos Ramsa y Spaw para proteger la biósfera, los manglares, zona de vida de las especies.

Bonelly y García resaltan que la afluencia de visitantes permitirá mejorar las condiciones de vida de las comunidades, que podrán ser parte de la conservación de la zona, de ahí la importancia del ecoturismo, que además de ayudar a las munícipes en su calidad de vida, concienciará sobre la necesidad de proteger los recursos naturales.

Además el Ministerio los capacitará en artes, manejo de animales y de alimentos y bebidas.

Toda la zona, desde que se sale de Barahona, cuenta con paisajes increíbles, los cuales están también protegidos. Dejando los pueblitos de San Rafael, Oviedo, con su laguna Rincón, de aguas amarillas, que dicen son beneficiosas para la piel, sus 24 cayos, los flamencos, su pez único en el mundo: Cypronadol Nichali, en Guancho, el paisaje eólico, con los molinos de viento, que Don Quijote llamaba gigantes, dan una apariencia especial a la zona.

Enriquillo, con su carretera a orillas del mar y Cabo Rojo, donde la tierra es roja por la bauxita, impresionan.

Un apunte

Jaragua

El decreto 1315, de 1983, declaró Parque Nacional Jaragua como tal. El 26 de febrero de 1986 se incorporó al Sistema Nacional de Áreas Protegidas en la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 64-00. Ocupa la porción Sur del procurrente de Barahona, e incluye las Islas Beata y Alto Velo, así como los cayos Los Frailes y Piedra Negra.

El Nacional

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