ANAHEIM. Primero fueron compañeros de equipo, luego uno era el coach de bateo del otro, pero en la serie de la autopista de cuatro partidos entre los Angelinos y los Dodgers, los amigos vieron los juegos desde cuevas opuestas.

Si bien la dinámica entre Mark McGwire y Albert Pujols ha cambiado a lo largo de los años, la admiración y el respeto mutuo ha sido una constante entre los dos viejos amigos.

“El fue el rostro de este juego y después de los 70 jonrones que conectó, fue más o menos el salvador de este juego y nunca cambió, él es un gran tipo”, dijo Pujols.

Mientras Pujols acostumbraba ver a McGwire siendo él un novato de 21 años de edad en el camerino de San Luis, McGwire ahora ve a Pujols con el mismo sentido de admiración que muchos en el béisbol lo hacen.

“Sus números van a seguir creciendo y creciendo”, dijo McGwire, ahora coach de bateo de los Dodgers. “Cuando todo esté dicho y hecho, sus números superarán muchos, muchos miembros del Salón de la Fama”.

Cuando Pujols conoció a McGwire de inmediato notó la ética de trabajo del veterano de 16 temporadas.

“Yo era un novato, pero Mark ha sido el mismo hombre durante toda su carrera”, dijo Pujols. “El nunca ha cambiado, no importa la clase de éxito que tuvo. Siempre fue un tipo humilde que trabaja duro en lo que hace para tratar de salir y llevar a cabo su actuación”.

Más de una década después, Pujols es un nueve veces All Star, tres veces Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y el Bate de Plata en seis ocasiones. Pero cuando McGwire observa a Pujols, él ve algo que Pujols acostumbraba ver en McGwire – un jugador de béisbol con un fuerte deseo de ser el mejor.

“Su ética de trabajo va mucho más allá que nadie, que yo sepa”, dijo McGwire. “Él es implacable. Ahora mismo, jugar a través de lo que él está jugando con pie malo, la rodilla mala. Tipos así no vienen a menudo. Yo pude verlo en su año de novato y al verlo ahora – cómo ha crecido como un jugador – como persona -. jugar a través del dolor. Él nunca quiere estar fuera de la alineación”.

No es que McGwire, o cualquier persona en el mundo del béisbol, necesita que se le recuerde la capacidad de Pujols para jugar a través del dolor, pero el primera base de los Angelinos lo ha hecho de todas formas a lo largo de la serie de la autopista y llevaba de 10-4 al entrar al juego final del jueves.

Mientras Pujols insiste en que no juega para los números, McGwire está consciente de los números de Pujols y a menudo le recuerda a su amigo lo grande que es.

“El siempre me dice eso”, dijo un radiante Pujols. “Cada vez que tenemos una conversación, me dice eso. Significa mucho, pero todavía me queda un montón en mi carrera, espero. Yo solo trato de jugar un juego a la vez.”

“Al final, todos vamos a colgar la camisa, pero lo mejor que te quedan son los recuerdos de la vez que uno jugó”, dijo Pujols. “Creo que eso es más importante que cualquier otra cosa.”