Opinión

Una propuesta decente

Una propuesta decente

La capital y Santo Domingo dejaron de tener horas pico en materia de tránsito. Los largos taponamientos están a cualquier hora del día y la noche, a pesar de que no tenemos esa gran cantidad de vehículos, si hacemos una comparación con otras ciudades del extranjero. Es decir que para llegar temprano al trabajo o la escuela, hay que salir antes. Y en la tarde, la cuestión tal vez no tenga solución: lo más probable es que el regreso a casa se demore más de lo necesario.

Históricamente, la hora de más tránsito en la mañana se concentraba entre las 8:00 y 10:00, pero debido al desorden y la deficiencia en el transporte público se hace necesario cada vez más la adquisición de vehículos, lo que generó un incremento de 300 mil nuevos carros durante el 2015.
Lo mismo pasa en la tarde: la franja de tránsito denso se ha extendido a todas las calles y avenidas.

Esos elementos es lo que generado la propuesta de hacer un cambio en los horarios de trabajo, a fin de descongestionar un poco las avenidas y por ende contribuir a reducir los niveles de contaminación en la ciudad.

Hoy, quienes quieren evitar la hora pico tienen que levantarse a las 5:00. Antes no era así. Desde las 7:30 el tránsito es muy complicado, con más de millón de autos que ingresan por día a la ciudad.

Todo el movimiento de colectivos en el centro se concentra en cuatro horas por día porque todos entran o salen de trabajar al mismo horario.
De modo que sería ideal un mecanismo para que el ingreso y egreso se haga de manera escalonada podría ser una buena solución.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que muchas personas, de camino al trabajo dejan sus hijos en las escuelas, de modo que ese cambio de horario pudiera significar un trastorno grave para muchas familias.

Quienes tienen la propuesta en la mano y quienes tendrán el poder de tomar la decisión final, deben tomar en cuenta que una cosa son los horarios escolares, otra los del sector privado y otra diferente el de las entidades públicas.

Es toda una estrategia, amalgamar estas jornadas. Vale la pena, pero vemos que la medida necesita de tiempo para estudiarla e incluso tomarla como proyecto piloto para saber si funciona.

El Nacional

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