Opinión

Una revolución

Una revolución

El decreto 624-12, el cual crea una comisión que trabajará en la titulación de terrenos y viviendas del Estado,  el presidente Danilo Medina inicia una verdadera revolución en el país. Esto así, debido a que la República Dominicana mantiene relaciones infrahumanas  en muchas  de sus estructuras. Miles de  personas tienen toda una vida en viviendas y terrenos estatales, al extremo de que  la situación raya en la iniquidad.

Dotar de títulos  a esa muchedumbre que cohabita en bienes estatales, es desarrollar el atrasado capitalismo dominicano, ya que  permite a esa parte de la población  hacerse sujetos de créditos,  al momento en que pasen a ser titulares.

El Estado dominicano ha sido más que indulgente con el empresariado nacional, pues esta clase ha logrado ingentes  privilegios  amparada en las decisiones de los gobiernos de turno que no escatiman esfuerzo a la hora de favorecerla. Como ejemplo está la Zona Industrial de Herrera, localidad que fue prácticamente regalada  a un  puñado de hombres y mujeres de empresa que se asentaron en esa comunidad del oeste de la capital.

Ha llegado la época  de esa mayoría que ve pasar su vida en la incertidumbre de una propiedad estatal, y que  motivó al presidente Danilo Medina a emitir esta  disposición  humanista, haciendo justicia social y  dándole  rostro humano a esa inicua situación.

A partir del momento en que el Estado dominicano les otorgue un título de propiedad a estas personas, las cuales han visto pasar varias generaciones sin que nadie se preocupara por su calvario de toda una vida,  serán reivindicadas,  y sus  perspectivas les harán ver un nuevo  amanecer.

Con el decreto  624-12, el presidente Danilo Medina rescatará  a miles de familias del abismo de pobreza y exclusión en que han vivido.

El Nacional

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