Opinión

Una vida muy cara

Una vida muy cara

En estos días he compartido con amigos y parientes residentes en el extranjero, y cada vez que nos visitan la expresión que les oigo es la misma: cada año que vengo el dinero me rinde menos. Aquí la vida está muy cara, no se cómo ustedes lo aguantan.
Un amigo proveniente de Europa, que de vez en vez está en el país por razones laborales, también me comenta lo mismo: Cada año que vengo encuentro todo más caro. Creí que Barcelona era muy costosa, pero me equivoqué. ¿Cómo logran vivir ustedes por aquí?

No sólo sorprende el poco rendimiento del peso dominicano, la mayor sorpresa la reciben cuando logran darse cuenta de que nadie, absolutamente nadie, protesta el costo de los artículos de consumo. En cualquier lugar del mundo la gente está pendiente de su calidad de vida, de todo lo que pueda incidir en su contra o a su favor, aun sea un peso el factor causal.

Al revisar archivos, los diarios registran a principio de año un aumento generalizado en los precios de artículos de gran consumo. Gente que viene al país de organismos internacionales tienen a Santo Domingo como una de las capitales más caras de la región.
Por ejemplo, la organización Daily Subsistence Allowance registra a Santo Domingo como la quinta capital más costosa de la región, y juzga por los viáticos e informes de los gastos en que incurren sus agentes en sus visitas al país.

Pro-consumdir asegura que hay todo un cartel dedicado exclusivamente a especular con los precios de los comestibles. No obstante, servicios y bienes han encarecido y siguen encareciendo.
Me pregunto, ¿cómo podríamos seguir viviendo en tales condiciones? ¿Endeudándonos?

El Nacional

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