Opinión

Unas de cal….

Unas de cal….

¡Importen de todo!

Los precios de los alimentos, los materiales de construcción, las medicinas y otros bienes y servicios han conservado los niveles de precio que alcanzaron cuando el petróleo alcanzó su tope en el mercado internacional.

No, discúlpeme, amigo lector, es peor todavía, porque los precios de muchísimos productos, entre ellos la leche infantil, han subido inexplicablemente de precio durante los últimos días.

No han valido la presión oficial ni las denuncias públicas sobre esa situación, con lo que nuestros comerciantes vuelven a demostrar su ya conocida vocaciónde especuladores y agiotistas.

  Cuando los precios del petróleo alcanzaron el histórico nivel que los situó sobre los 147 dólares el barril, los dominicanos entendimos que era necesario adecuar la estructura de los precios domésticos de alimentos, combustibles y demás bienes y servicios.

Sin embargo, a raíz del descenso estrepitoso del petróleo, los choferes no querían bajar los pasajes del transporte público y  el comercio mantuvo sus precios bajo el alegato de que tenía que agotar exitencias para reponer inventario con una nueva estructura de precio.

 Las prestadoras de servicio tampoco readecuaron sus tarifas y todo ha empeorado con el paso del tiempo porque los precios, en vez de descender han seguido aumentando sin ninguna justificación.

De manera que se impone la aplicación de mano firme por parte del Gobierno, y pienso que la apertura a la importación de alimentos y otros productos pudiera erigirse en el mecanismo por excelencia para contrarrestar la oportunista ola especulativa.

Probado está que nuestro comercio no se detiene en reparos de ley o en pruritos morales o de legitimidad a la hora de aprovecharse de los consumidores, y de alguna manera deben ser  enfrentados sus malos hábitos.

 Me alegró sobremanera la noticia de que las autoridades de Agricultura, Industria y Comercio y otras entidades oficiales con incidencia en la producción y comercialización de alimentos buscan fórmulas que permitan al Gobierno enfrentar la situación de los precios.

Y que aprobaron entre las opciones que barajaron, la apertura de las importaciones de productos y mercancías de consumo masivo, para presionar una reducción de sus precios en el mercado local.

Creo que es la decisión más atinada, y pienso que las autoridades deben patrocinar la “inundación” del mercado con productos importados para hacer justicia a los consumidores en materia de precios.

Tal vez así entiendan nuestros ¿sacrificados? comerciantes que su conducta especulativa ha venido matando la gallina de los huevos de oro y que tienen que limitarse a sus márgenes de ganancia legítima.

Está claro que nuestro comercio no se conforma con las ganancias que le corresponden, sino que quisiera poder sacarles el dinero de los bolsillos a los consumidores y conservar sus mercancías.

Y  no me refiero a un sector del comercio sino a todo quien vende algo.

Son especuladores y engañadores los supermercados, lo mismo que los colmados, ferreterías, tiendas de tejidos y de zapatos.

 Siempre recuerdo el caramelo promocional de que cuando entrara en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y Estados Unidos los precios de casi todo bajarían en el mercado local, pero cuando comenzó a regir el convenio ocurrió exactamente lo contrario.

 Promesas similares surgieron en relación a las alzas generalizadas provocadas por la espiral alcista del petróleo en el mercado internacional, condicionándolo a que la situación externa fuera revertida.

Pero el petróleo bajó y los precios aquí siguen en alza. De manera que corresponde al Gobierno tomar la palabra.

victormendez23@gmail.com

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