Opinión

UNAS DE CAL….

UNAS DE CAL….

¡Cuidado con los regalitos!

El nacimiento de Jesús de Nazaret es el más refrescante referente moral para los seres humanos, en razón de que la grandeza de su ejemplo activa el sentimiento de comprensión que debemos enarbolar como permanente perspectiva del bien común.

El mensaje es tan elocuente como grandiosa la enseñanza que defiende el mundo cristiano, y que aquí celebramos entre la oración y la fiesta, sin dejar de involucrar  a la política como aspecto ya inevitable hasta en la celebración de nuestras tradiciones.

Si bien la Navidad es asumida desde el punto de vista humano, también es utilizada con frecuencia como vehículo destinado a transportar ventajas relacionadas con candidaturas a puestos electivos.

En ese aspecto llama la atención el revuelo causado por la millonada q                ue algunos aseguran ha repartido a sus seguidores en canastas navideñas la candidata a diputada del PLD Josefina Tamárez, en San Cristóbal, de quien se dice que ¿invirtió? sumas igualmente ostentosas en el recién pasado torneo interno de esa organización política, para lograr su propósito.

Naturalmente, distribuir canastas como presente navideño es bonito y no representa acción pecaminosa.

Eso pudiera reflejar buen sentimiento humano, altruísmo o preocupación por los necesitados.

Lo malo sería hacerlo con los mismos recursos aportados por los que en estos días reciben alimentos y golosinas, porque entonces sí sería pecaminoso.

Y lo digo porque ya algunos han aireado sospechas acerca de la sustentación económica de los repartos de la candidata Tamárez y otros aspirantes a puestos electivos, algo que ellos deberían evitar.

En el caso particular de ella la preocupación debe ser mayor, por cuanto su esposo, Rafael Suero, es un alto funcionario de la quebrada Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y ya hay curiosos que lo citan como sostenedor económico de su campaña.

Debe quedar claro que  eso no lo incrimina en malos actos, pero como no muchos han olvidado el escándalo del Programa de Reducción de Apagones (Pra), los suspicaces miran hacia ahí.

Se habla de cinco o seis millones de pesos destinados a canastas navideñas y   otros más de siete millones distribuidos entre los aupadores de la costosa campaña electoral a razón de dos mil pesos por persona.

Se trata de una suma que talvez pueda solventar sin dificultad la regidora Tamárez, pero las cuentas claras conservan las amistades, dice el refrán.

Y como hay persistentes reclamos de que el Gobierno persiga y castigue la corrupción, ninguna precaución sobra.

El Nacional

La Voz de Todos