Opinión

Unas de cal…

Unas de cal…

Pactos políticos y frustraciones

Salir de un partido político para respaldar otra causa ha sido buen negocio para muchos a través del tiempo.

 En los más de los casos, sin embargo, ha representado frustraciones con las que han tenido que lidiar por el resto de sus vidas los que se atrevieron a dar ese paso.

Muchos liderazgos que emergían con ímpetud terminaron al asumir nuevas causas políticas, porque quienes los ostentaban no pudieron ver honrados  compromisos en los que apoyaron ese paso, y al no conocer la nueva  ruta caminaron en círculo.

Eso les dificultó echar raíces en las organizaciones de las que pasaron a formar parte y terminaron arropados por la frustración.

Casos hemos visto de personas a las que les sobraban méritos en sus partidos y al pasar a otros, por razón de sus ideas o por las causas que que tuvieran, sus proyectos políticos jamás pudieron levantar cabeza debido a falta der respaldo por parte de sus nuevos socios.

Tampoco han faltado los que pasaron a respaldar determinado proyecto político que al lograr sus propósitos electorales se olvidaron de ellos, los menospreciaron o los desacreditaron.

De antemano me disculpo con el amigo Miguel Ángel Severino porque no procuré su autorización para usar como ejemplo su caso, pero como venía como anillo al dedo en este tema, me aventuré a citarlo.

Sucede que Severino decidió pasar del Partido Revolucionario Dominicano al Partido de la Liberación Dominicana para respaldar el proyecto continuista que terminó en la reelección del presidente Leonel Fernández.

No dudo que le pintaran un futuro político promisorio desde el lindero oficialista, tanto para él como para los que le siguieron a través de su proyecto Alianza Revolucionaria.

Tampoco descarto que le prometieran ayudarlo a empujar su carreta política, amparado por el presidente Fernández.

Pero consumada la victoria electoral del proyecto que lo conquistó, la realidad comenzó a golpearle en la cara a pesar de que el mandatario lo designó secretario de Estado sin cartera. Hace poco supe que él cruza “El Niágara en bicicleta”.

  Los que siguieron a Miguel Ángel creen que su aporte electoral no ha sido valorado con justicia y temen que su Avanzada Revolucionaria pierda incidencia por falta de solidaridad.

Porque ahora resulta que para sus nuevos compañeros funcionarios Severino es una suerte de “persona no grata” a la que rehúsan recibir, y si lo reciben lo hacen sin motivación o con desdén.

¿Otra aventura que termina en frustración?

El Nacional

La Voz de Todos