Si no salgo a las seis de la mañana, es seguro que llegaré tarde. Ahora debo levantarme más temprano. Vivo en la Charles de Gaulle y trabajo en la Luperón, por la construcción del metro me tardo más de dos horas en llegar a mi trabajo. Contesto, Francis Castro, cuando se le cuestionó sobre cómo le afecta la construcción de la segunda línea del Metro.
Pero no me importa mucho, ya que cuando esté listo, en este tren serán menos de 20 minutos el viaje, seguro pagaré más, pero iré más cómodo. Agregó.
Desde la siete de la mañana, ya las principales vías de esta ciudad capital, están llenas de vehículos, que movilizan miles de hombres, mujeres y niños, que van hacia sus trabajos, negocios y centro de estudios, originando un verdadero caos en el transporte público, privado y de carga. Pero, desde hace un tiempo la realidad es más dramática.
Retroexcavadoras, palas mecánicas, camiones volteo, grandes grúas, maquinas perforadoras, centenares de hombres trabajando, grandes movimientos de tierra, miles de toneladas de concreto armado y grandes tapones de vehículos, son el resultado de los dos megaproyectos que construye el Gobierno, el Corredor Duarte y la segunda línea del Metro.
Estas megas construcciones que marchan a un ritmo acelerado han transformado el desenvolvimiento normal de la ciudad de Santo Domingo y sus gentes.
Calles cerradas, nuevas vías habilitadas, vistosas señalizaciones, maquinarias pesadas trabajando y movilizándose entre vehículos de uso doméstico y de transporte público, y decenas de agentes de la Amet, obviando los semáforos, y dirigiendo ellos el tránsito, son escenas comunes en esta urbe.
El corredor Duarte es responsabilidad del consorcio brasileño Odebrecht, quien realiza los trabajos del citado corredor, que incluye elevados y distribuidores de tráfico en un perímetro desde la avenida Charles de Gaulle hasta Manoguayabo.
Y la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), bajo la responsabilidad del ingeniero Diandino Peña, es la encargada de la construcción de la segunda línea del Metro, que terminará en la carretera de San Isidro y no en San Luís, como estaba previsto, estas son las actividades que han venido a modificar el tráfico y transito en parte de nuestra ciudad.
Las intersecciones de la ciudad de Santo Domingo, quizás más afectada por los tapones durante hora pico son; las del tramo de la John F. Kennedy (JFK), comprendido entre avenida Luperon y avenida Máximo Gómez, siendo de estas la más problemática, la esquina doctor Defillo con JFK, en dicho tramo se realizan trabajos de ambos proyectos.
La 27 de febrero con Ortega y Gasset, la autopista de San Isidro con Charles de Gaulle y la padres Castellanos con puente Francisco del Rosario Sánchez , donde hay un enorme depósito de tierra, son otros de los lugares conflictivos.
Algunas novedades han dado pie a que la situación no sea peor, y es que por la gran cantidad de maquinas pesadas trabajando, ha disminuido considerablemente el uso de hombres, por ende el tiempo de ejecución de cualquier obra es menor, así también con la aplicación de los protocolos internacionales de construcción, en cuanto al aislamiento y señalización de los perímetros en donde se trabaja ayuda a la agilidad del tránsito.
Es novedad que en ambos proyectos, los hombres que trabajan tienen cascos de protección y chalecos de identificación muy vistosos, cumpliendo lnormas de seguridad.
Préstamos para obras
Los dos proyectos de modernidad vial se ejecutan en la Capital con varios préstamos sometidos al Congreso por el Poder Ejecutivo. El Corredor Duarte es desarrollado por la empresa brasileña Odebrech.
