Opinión

Vacío de liderazgo

Vacío de liderazgo

En República Dominicana no hay garantías claras para la celebración de elecciones libres en 2020. El presidente de la JCE enseñó el refajo muy temprano, al responder de forma irrespetuosa y peyorativa a intelectuales que pedían la renuncia del presidente Medina, un rol de carácter político que más bien correspondía a Reinaldo Pared Pérez, en su calidad de secretario general del partido gobernante.

En la JCE los cinco jueces suplentes son todos miembros del Comité Central del PLD. También son de ese partido más del 90% (por no decir el cien por ciento) de los funcionarios y empleados del órgano.

Y todavía se mantienen todos los presidentes municipales responsables de los mataderos de los últimos certámenes electorales. Falta por ver ahora la conformación del próximo Tribunal Superior Electoral.

¿Qué elecciones pueden ser las de 2020 que, al igual a las del 2016, carecen de verdaderos árbitros? Pero ese no es el único escollo que tiene la oposición. Un inconveniente igual o mayor es la falta de líderes o por lo menos de un líder capaz de unificar. Es evidente que el político de mayor carisma en estos momentos es Hipólito Mejía, pero es un hombre conservador, encubridor de corruptos (aunque él no lo sea) y vínculos con Danilo Medina que lo descalifican inclusive en el propio PRM.

En esa organización la única que levanta un discurso progresista y acorde al momento es la diputada Faride Raful, con voz dulce, verbo florido y crédito público. Reúne los atributos para ensayar un proyecto grande. (Pero la información que tengo es que el PRM será objeto de intento de división, pues el gobierno y la familia Vicini lanzarían internamente, con muchos recursos económicos, al joven David Collado, actual alcalde del Distrito Nacional).

También está el Movimiento Verde, el cual ha recibido el respaldo de los dominicanos que se sienten asqueados por los niveles de impunidad y corrupción. Pero se trata de personas que pertenecen a múltiples fuerzas políticas y de la sociedad civil, cuyos intereses podrían aflorar en el momento en que se hable de candidatura.

El PLD está desgastado moral y popularmente. Naturalmente, con el bautizo de Agripino a Odebrecht, Danilo Medina luce oxigenado y se avecina una ofensiva de los medios tradicionales, motivo suficiente para que el Movimiento Verde redoble sus esfuerzos, al tiempo que busque consenso en la construcción de un líder (fuera o dentro del PRM), pues el vacío es evidente. Hay tiempo para crear un líder y vencer la corrupción.

El Nacional

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