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Vagos y viciosos toman monumento plaza La Trinitaria

Vagos y viciosos toman monumento plaza La Trinitaria

La Plazoleta La Trinitaria, monumento en honor a la sociedad que allanó el terreno hacia la Independencia Nacional, fundada por Juan Pablo Duarte,  ha pasado a ser de un espacio destinado a resaltar  los valores patrios y el sano esparcimiento  familiar, a una guarida para viciosos, delincuentes y vagos; lo que contrasta con la idea de nación que inspiró al Padre de la Patria.

El monumento, ubicado en la avenida 27 de Febrero, esquina Josefa Brea, justo en la cabecera occidental del puente Duarte, entrada de la capital, ofrece a los visitantes un panorama de abandono, suciedad y descuido; en donde indigentes pernoctan, realizan sus necesidades y los viciosos se drogan al amparo de la oscuridad que reina en el lugar.

El robo de las bombillas y alambrado eléctrico mantiene en penumbras la zona y  conforman el ambiente ideal para que viciosos y asaltantes realicen sus fechorías, lo que constituye un peligro para los  transeúntes que se aventuran atravesar la plaza cuando retornan de sus  centros de trabajo o estudios.

El peligro aumenta para los peatones por los huecos de las alcantarillas que han quedado al descubierto por el robo de sus tapas metálicas.

Se puede observar, a cualquier hora del día y la noche, a varias personas dormir sobre la otrora solemne edificación que hoy sirve de hogar a varios  indigentes.

El interior del monumento ha sido profanado y convertido en depósito de desperdicios y heces fecales por desprotegidos sociales.

Los símbolos patrios, como el Escudo Nacional, que adornaba una de sus áreas, fue desprendido y la imagen de la Bandera Nacional fue pintada con letreros.

Una indigente que aparentemente padece de trastornos mentales vive en el entorno con una gran cantidad de desperdicios, los  que almacena en sacos.  La señora, de edad avanzada, allí pernota, se alimenta y realiza sus necesidades, desde hace muchos meses según cuentan residentes de los barrios Mejoramiento Social y La Fuente, cercanos a la Plazoleta la Trinitaria.

El hermoso espectáculo de agua y luz que deslumbró a sus visitantes en sus inicios, en donde asistía la familia a recrearse, ha sido consumido por el descuido oficial y convertido en un espacio mal oliente  y vergonzoso, en donde impera la drogadicción, el alcoholismo y la delincuencia.

En varias ocasiones el ayuntamiento del Distrito Nacional ha desalojado a  del interior del monumento. 

Se recuerda a un nacional haitiano, apodado Petí, que llego a instalar una antena de televisión en la parte más alta de la edificación.

El Nacional

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