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Ve suerte golpe fuera en gobierno de Kennedy

Ve suerte golpe fuera en gobierno de Kennedy

El profesor Juan Bosch dijo en una entrevista el 8 junio de 1964 en Washington que por fortuna para él, fue derrocado antes de la muerte del presidente Kennedy “porque  uno no sabe lo que podría haber sucedido en la República Dominicana”.

La revelación fue hecha por el ex mandatario en una entrevista concedida al abogado estadounidense Lloyd N. Cutler para el programa Historia Oral de la biblioteca John F. Kennedy, que aparece en su página Web.

Bosch, quien fue derrocado el 25 de septiembre tras siete meses de ejercicio en el poder, hace hoy 47 años, no detalló las consecuencias si ese golpe hubiese ocurrido en otra administración estadounidense.

El ex presidente, quien murió el primero de noviembre de 2001, también declaró que la amplia apertura de su Gobierno salvó el futuro de la democracia en la República Dominicana.

Dijo que el mismo día que murió Kennedy, recibió un mensaje de él. “Él ya estaba muerto cuando una persona llevando un mensaje del presidente Kennedy vino a mi casa, y como puede ser fácilmente entendido, este mensajero estaba llorando, porque la situación era muy dramática”. Sin embargo,  no reveló ni la persona ni el contenido del mensaje enviado por Kennedy.

El ex mandatario dominicano, que ejerció la presidencia desde el 27 de febrero hasta el 25 de septiembre de 1963, admitió que tal vez cometió muchos errores, “pero es muy difícil para una cabeza de Estado no cometer errores”.

“Ahora, hay una cosa sobre la que estoy muy complacido, y es que el error fundamental de mi Gobierno fue establecer una democracia que era demasiado amplia. Sin embargo, esa experiencia es la que salvó la democracia dominicana para el futuro”, sostuvo.

En ese encuentro Bosch habló de los golpes de Estado de esa época y las revoluciones en Cuba, Brasil y otros países de América Latina; las relaciones de Estados Unidos con la República Dominicana, y la Alianza para el Progreso, entre otras cuestiones.

Rememoró su visita a la Casa Blanca en enero de 1963 cuando en su condición de presidente electo de la República Dominicana se entrevistó con Kennedy por espacio de una hora y quince minutos.

Al describir al entonces presidente estadounidense dijo: “No estaba preparado para encontrar a un joven que tenía un concepto universal de sus funciones como jefe de Gobierno de los Estados Unidos y que vio  los problemas latinoamericanos desde un punto de vista que, a mi juicio, ningún otro jefe de Estado norteamericano había tenido”.

“Esta fue mi impresión personal del trato, repito, el caso casi sin precedentes de un hombre que no representaba el concepto abstracto del Estado, pero que imparte una nueva dimensión a la función de Gobierno, y la dimensión que, en mi opinión, fue el resultado de su sensibilidad, una enfermedad rara, muy masculina”, la sensibilidad muy viril”, declaró.

 Percibió que el presidente Kennedy amaba a su país, Estados Unidos, “como si Estados Unidos hubiera  sido en realidad un ser físico, su madre, padre o hermano mayor”.

Reveló que Kennedy tenía un complejo de culpa por lo que Estados Unidos había hecho en detrimento de otros países en el pasado.

Expresó que “en mi propia casa, el nombre del presidente Kennedy se mencionaba cada día como si fuera un miembro de la familia, y no estoy exagerando. Creo que la muerte del presidente Kennedy, junto con la de Lincoln, fueron los más profunda en América Latina”.

Preguntado de que si tuvo la sensación en las elecciones de 1962 que los Estados Unidos favorecía a sus oponentes,  y al respecto dijo: “Sí, tuvimos la impresión de que hubo intereses en los Estados Unidos para ayudar a nuestros oponentes. No hubo hechos concretos, pero no podía dejar de señalar que los cables, por ejemplo, eran excesivamente favorables a las fuerzas que sabíamos que estaban en minoría en comparación con nuestro partido”.

 “Y nosotros observamos la conducta de ciertos funcionarios diplomáticos en los Estados Unidos. Pero debo decir que después de las elecciones habían terminado, me di cuenta de una voluntad verdaderamente sincera por parte de la Casa Blanca, no sólo del presidente Kennedy, sino también sus ayudantes, para ayudar, refirió”.

Dijo que el presidente Kennedy “era un hombre plenamente preocupado por la suerte de los pueblos latinoamericanos como si fueran los estados de Arkansas, Georgia, o su estado natal, Massachussets”.

Reveló que el gobernante estadounidense le recomendó preservar las empresas  confiscadas al dictador Rafael Leonidas Trujillo y ofreció todo tipo de asistencia técnica.

En cuanto a la política de Kennedy hacia Cuba, dijo que aunque no estaba muy familiarizado, pero que si era  necesario aislar a Cuba, “es la única política correcta a seguir”.

Consideró que una política de agresión militar produciría en toda América Latina una generación de admiradores de Fidel”.

 Dijo que ha habido dos grandes presidentes en los Estados Unidos que han entendido completamente América Latina. “Uno se llamaba Abraham Lincoln. Su actitud durante la invasión de México fue el de un líder de América Latina. La otra era John Fitzgerald Kennedy”.

Aunque fue derribado por un golpe militar se oponía a que  Estados Unidos usara la fuerza para molestar a un régimen militar.

Pacto anti golpes

Bosch favorecía un un tratado entre los países para  ayudar al gobierno que fuera derrocado por un golpe militar, al estimar que sería la única medida internacional e interamericana para  ayudar a la democracia.

El Nacional

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