SANTIAGO. Residentes del Embrujo II protestaron anoche por el proyecto de instalación de una antena de telefonía móvil de 43 metros de altura que plantea empresa Claro-Codetel.
Los propietarios de las viviendas más cercanas al lugar escogido afirman que hay un rechazo generalizado en el sector a que sea instalada la torre de telecomunicaciones.
Resaltan que se oponen a ese propósito porque para tener esos equipos allí se necesita una planta eléctrica de gran capacidad que genera contaminación por monóxidos y un ruido insoportable.
En un documento entregado a los medios de comunicación los vecinos de El Embrujo II precisan que el riesgo inminente que representa estar a escasos metros de una planta eléctrica que requiere para su funcionamiento una cantidad significativa de combustible, el cual evidentemente se encontrará almacenado en el área de la antena.
La caída estrepitosa del valor de los inmuebles que circundarían a la antena, viendo con ello mermada cada uno de los propietarios la posibilidad de que se refleje una plusvalía respecto de sus propiedades, afirman.
