El Partido Revolucionario Moderno (PRM), metamorfosis de la Alianza Social Dominicana (ASD), aún sin dirección partidaria y sin un padrón electoral, transita por una crisis institucional que la empuja a una pendiente resbaladiza que lo pone al borde de un colapso de la unidad entre sus principales líderes y aspirantes presidenciales, cada vez más alejado por sus diferencias.
La renuncia de Tony Peña Guaba, jefe de campaña de Luis Abinader, es parte de esa crisis política del PRM, quien aseguró que abandonó esa organización por diferencias con el expresidente Hipólito Mejía, quien la semana pasada lo había acusado, junto a Roberto Fulcar, de ser responsable de la falta de acuerdos para la conformación de la plataforma del nuevo partido.
Asimismo, se supo que Peña Guaba habría tomado su decisión de abandonar el perremeísmo por la falta de apoyo de Abinader, en su propuesta de que además de la candidatura presidencial, los cargos a la presidencia, la secretaría general y de Organización del PRM sean escogidos mediante una convención.
En principio se decía que el hijo menor de José Francisco Peña Gómez aspiraba a ser secretario general, pero en el puesto fue colocado Jesús Vásquez (Chu), pero luego el exjefe de campaña de Abinader anuncio que aspiraba a la presidencia de la organización en las primarias.
Renuncia de Tony
La renuncia del PRM de Peña Guaba, por diferencias con Hipólito, la hizo dos días antes de que Abinader, quien ya es el candidato presidencial del Partido Humanista Dominicano (PHD), anunciara al país las estructuras de dirección de su proyecto político, en el Pabellón de Voleibol del Centro Olímpico.
Desde las conversaciones en busca de un entendimiento en el PRD, Peña Guaba tuvo problemas con Hipólito y su equipo, quien incluso llegó a decir que no apoyaría que sea el candidato, sino Abinbader.
Las diferencias de Hipólito y Peña Guaba se recrudecieron a principio de semana cuando el expresidente lo acusó de obstaculizar y le advirtió que el PRM ni ningún otro partido es propiedad privada de nadie y que por lo tanto nadie tiene derecho a repartir las posiciones internas.
Se dice, además, de que ese mensaje iba dirigido a la familia Abinader, quienes aún tienen el control legal del PRM y por eso no se han conformado las estructuras partidarias.
Unidos y en desacuerdo
El expresidente Mejía, con 75 años, recibió el respaldo de Abinader para ganar la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) a Miguel Vargas, en la convención celebrada en 2011, por lo que fueron unidos en la boleta electoral en las elecciones de 2012
También Abinader le tocó apoyar a Hipólito cuando fue expulsado del PRD, junto a Andrés Bautista, presidente del PRM, y en su decisión de crear juntos una nueva organización.
Conformar un nuevo partido y su proyección era difícil ante la salida del PRD, por lo que Abinader decidió conformar, junto a otros partidos, la coalición de partidos La Convergencia y dispuso que la ASD, del que es preside advitam su padre José Rafael Abinader, como plataforma de la nueva organización PRM, mediante un arreglo administrativo.
Sin embargo, hay aprensión dentro de las filas abinaderistas, en razón de que tienen el temor de que mediante acciones fraudulentas puedan perder la ASD, como denunciaba Peña Guaba.
El candidato
Abinader inició temprano en el año 2012 su aspiración a la candidatura presidencial del PRD para el 2016, lo que continuó en el PRM y esperaba que Hipólito reciprocara su apoyo anterior, lo que no ocurrió porque el equipo político del PPH decidió lanzarlo como candidato.
Uno de los desacuerdos iniciales fue la decisión de Hipólito de señalar que el candidato debía ser escogido mediante una convención, rompiendo un acuerdo con Abinader de que se haría a través de varias encuestas.
