El gobierno de Danilo Medina se convirtió ayer en la primera gestión gubernamental en los últimos 52 años que a petición de las partes interviene de manera directa en una de las crisis que ha protagonizado el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Los primeros dirigentes del PRD llegaron al país en noviembre de 1961 y a partir de ese año han sostenido decenas de confrontaciones internas, en ocasiones haciendo uso de armas de fuego, sillazos y trompadas por el control de la organización, pero siempre llegan a un acuerdo con la intervención de las denominadas comisiones de notales.
Sin embargo, en la confortación de ayer en su sede principal en la avenida Enrique Jiménez Moya, seguidores de Hipólito Mejía ocuparon el local, provocando que seguidores de Vargas abandonaran el lugar, pero dos o tres horas después procedieron a entregarlo a raíz de un acuerdo con la intervensión del Gobierno, representado por los ministros de la Presidencia, Gustavo Montalvo; Interior y Policía, José Ramón Fadul; el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, y el jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez con delegaciones de Hipólito Mejía y representantes de Miguel Vargas.
El acuerdo consistió en que el local del partido quedara a partir de ayer en poder de la Policía hasta que se resuelva la crisis interna.
Algunas crisis
La primera crisis que protagonizó el PRD en el país se produjo en 1962 en el transcurso de la convención de la organización política para escoger el candidato vicepresidencial del profesor Juan Bosch.
En esa ocasión, Bosch presentó una impugnación contra Buenaventura Sánchez, el candidato propuesto por los delegados del partido, y decidió escoger al doctor Segundo Armando González Tamayo. Ese conflicto se resolvió entre ellos sin la intervención del Gobierno.
Durante la tercera convención celebrada en el 1970, el PRD con el profesor Juan Bosch se retiró de la contienda política argumentando que las elecciones eran un matadero electoral y no había garantía para que la organización política participara en el proceso.
La convención de 1973-74 se desarrolló con normalidad, pero Juan Bosch había renunciado del partido y se presentó como candidato Antonio Guzmán Fernández, quien formó el Acuerdo de Santiago, pero tuvieron que retirarse por la represión y las dificultades para realizar actividades en las vías públicas, sin embargo, las autoridades del Gobierno no intervinieron.
En la quinta convención del PRD en 1978, se presentaron los precandidatos Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco, este último resultó perdedor y de inmediato denunció que fue víctima de fraudes y se retiró a Santiago, pero producto de negociaciones que presidió José Francisco Peña Gómez se superó el impasse y aceptó la candidatura a senador por el Distrito.
Cuatro años después se llevó a cabo la sexta convención del PRD en 1981-82, donde compitieron Salvador Jorge Blanco y Jacobo Majluta, se produjo un tranque y se le atribuyó el triunfo a Jorge Blanco a través de negociaciones de los dirigentes históricos de la organización política.
En la séptima convención perredeísta en 1985 compitieron Jacobo Majluta y José Francisco Peña Gómez, los votos no se pudieron contabilizar producto de un atentado en el centro de cómputos, localizado en el hotel Dominican Concord.
Tres meses después, mediante una negociación con Jacobo Majluta, asumió la candidatura del PRD, sin la intervención del Gobierno.
En el 1989, en medio de los preparativos de la octava convención, se produjo otra crisis sin precedentes en el PRD protagonizada por Jacobo Majluta y José Francisco Peña Gómez, este último se quedó con el control del partido sin la intervención del gobierno de Joaquín Balaguer.
Durante los preparativos de la convención dúodecima celebrada en el 2003-04 hubo otra crisis, expulsando al presidente de la organización política Hatuey De Camps, permitiendo que Hipólito Mejía pudiera optar por la reelección presidencial.
Este conflicto se resolvió por decisión de los organismos del partido.