El cuestionado libro de educación sexual editado por PROFAMILIA, más que educar de manera científica sobre la sexualidad incentiva las relaciones carnales a temprana edad, por la forma en que aborda temas relacionados con el aborto, la homosexualidad y la virginidad femenina.
La sociedad esperaba una obra que enseñara a los jóvenes a cuidar su cuerpo, a evitar el sexo prematuro y disminuir el número de embarazos en adolescente situación ésta que que se ha vuelto escandalosa en el territorio nacional, colocando a República Dominicana en el primer lugar en América Latina en ese tema.
El voluminoso y pesado manual “Hablemos”, de 631 páginas y 38 capítulos, explica que la homosexualidad no es una enfermedad, no requiere tratamiento y que no se puede cambiar. Asimismo, defiende “el derecho” de los adolescentes a tener vida privada y a decidir sobre su cuerpo, sexualidad y fecundidad, aun cuando se refiera a la voluntad de interrumpir un embarazo.
Sobre la orientación sexual de los jóvenes dice que “lo importante respecto a este tema es que cada persona, especialmente aquellas que son adolescentes y jóvenes, aprendan a tomar buenas y apropiadas decisiones sobre lo que desean ser y hacer respecto a su vida sexual y su comportamiento sexual”.
El manual añade que, de acuerdo a su orientación sexual una persona puede ser heterosexual, homosexual, lesbiana, bisexual, travestido, transexual, transgénero y hace una definición escueta de cada término.
“Si educamos a las personas respecto a la orientación sexual y al homosexualismo logramos reducir los prejuicios”, dice.
Asimismo, trata ampliamente sobre las fantasías sexuales y, en uno de los ejercicios de práctica, pide a los jóvenes que expresen esas fantasías en orden de frecuencia y sin importar su preferencia sexual.
Hace hincapié en que los estudiantes conozcan las zonas erógenas de sus cuerpos, las cuales define como las de mayor sensibilidad. Precisa que el nuevo concepto de salud reproductiva de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) implica programas integrales de educación, información y servicios de atención de la salud para adolescentes, incluyendo la interrupción del embarazo en los países en que éste sea legal o esté despenalizado.
“Se protege la decisión de la mujer para utilizar cualquier método de planificación familiar sobre su cuerpo o en su caso, la posibilidad legal y de servicios para interrumpir el embarazo en condiciones de seguridad y legalidad”, consta en la página 601, en el capítulo “Derecho a decidir sobre el cuerpo y la sexualidad”.
Sobre el derecho de los jóvenes a decidir sobre su vida sexual, sostiene que “los actos sexuales son actos privados donde se toman las decisiones con base en el contexto, los valores culturales, las creencias religiosas y la situación personal”.
Si este derecho se transgrede, se debilita la igualdad y la seguridad personal, se puede sufrir discriminación e incluso persecución en otros ámbitos como puede ser el laboral y el educativo, advierte.
Afirma que las múltiples prohibiciones sobre sexo a temprana edad han convertido la vida sexual de muchos jóvenes y adolescentes en un caos. Mientras que el mito de la virginidad para las mujeres sigue vigente y causa culpabilidad en las muchachas. Se olvida que es frecuente que las jóvenes entre 15 y 20 años tienen relaciones sexuales.
La obra didáctica escrita con el propósito de difundirla en los centros educativos, fue financiada por la Unión Europea y reproducida por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Fue escrita por el consultor Fernando de la Rosa, con la colaboración de Magaly Caram, Rodolfo Coiscou, Flérida Olivo, Fior D’aliza Alcántara, Jonathan Pérez, Pedro Luis Berroa, Marina Orbe, Manuel Concepción, Jonathan Sánchez, Danerys Santa, Agustina Rosario, Alejandro López e Ivelisse Jiménez.
Además, los profesionales del Departamento de Educación, Orientación y Psicología del Ministerio de Educación.
También, de los ministerios de Salud Pública y la Mujer, el Consejo Nacional de Población y Familia, la Colectiva Mujer y Salud, Amigos por Siempre (ASA), el Movimiento de las Mujeres Unidas, entre otras instituciones.
Este libro fue ampliamente criticado por las iglesias católica y evangélicas, que pidieron al Congreso Nacional que impida sea distribuido en los planteles públicos y privados, porque incita a “una conducta sexual desviada”.
UN APUNTE
La espera
La sociedad esperaba una obra que enseñara a los jóvenes a cuidar su cuerpo, para evitar el sexo prematuro y dismunuir el número de embarazos en adolescentes, que es candaloso.
