Los principales partidos experimentan un deterioro preocupante por los enfrentamientos entre sus líderes, la falta de renovación de sus órganos de dirección y la obsesión de caudillos que se niegan a darles paso a las nuevas generaciones de políticos que buscan la nominación presidencial para el 2016. El oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que conmemora mañana un nuevo aniversario de la muerte de su líder Juan Bosch, ocurrida en 2001, enfrenta falta de disciplina entre miembros del Comité Central, otros peledeístas están tendenciados entre los que buscan la reelección del presidente Medina y los que promueven el retorno del expresidente Leonel Fernández para el 2016.
La falta de disciplina, algo nunca visto en el PLD, lleva a sus líderes locales y funcionarios del gobierno a confrontar por posiciones tendenciales, por la senaduría, la alcaldía o una diputación en sus respectivos locales.
Mientras, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) sufrió una división a mitad de año que dio paso al Partido Revolucionario Moderno (PRM), plataforma política que acunó a los expulsados perredeístas, el expresidente Hipólito Mejía, el ex senador y presidente en funciones del PRD, Andrés Bautista; y la suspendida secretaria de Organización, Geanilda Vásquez.
Otros miembros de los organismos abandonaron por solidaridad al PRD para seguir al expresidente Mejía y su ex candidato vicepresidencial, Luis Abinader, pero ahora estos están en beligerancia.
La escisión se produjo después de que los seguidores de Miguel Vargas, presidente del PRD, fueran agredidos a tiros, a palos y sillazos en la casa nacional cuando intentaron celebrar reuniones del CEN y durante la convención.
Vargas con la fragmentación resolvió el problema de disciplina e institucional en su partido y logró celebrar una convención donde fue reelecto presidente del PRD y declarado candidato presidencial para las elecciones del 2016 por la Asamblea de Delegados perredeísta.
Sin embargo, los seguidores de Mejía y Abinader están enfrentados por la candidatura presidencial y mientras el ex mandatario opina que se debe elegir mediante una convención, Abinader considera que por la falta de un padrón y estructura hay que hacer tres encuestas, tal como acordaron ambos líderes.
Pero fuentes señalan que los seguidores de Hipólito tienen afiches para la candidatura y preparan un padrón para escogerlo en convención en marzo.
La distancia de ambos grupos es evidente, mientras Abinader avanza en su campaña.
Los viejos robles
En los principales partidos políticos hay dirigentes que se resisten a dar paso a los jóvenes en los organismos de dirección.
Son dirigentes que tienen más de 40 años en distintas posiciones, por lo que las nuevas generaciones tienen que luchar para abrirse paso, tanto en los cargos electivos, como para las posiciones partidarias.
En el caso de Abinader, de la nueva generación, enfrenta a un Hipólito que tiene desde el 1978 entre funciones públicas, ya fue presidente de la República y varias veces candidato, pero se resiste abandonar sus aspiraciones para las elecciones del 2016.
En el PLD, el expresidente Fernández fue candidato vicepresidencial de Juan Bosch en los comicios de 1994, luego ganó las elecciones en el 1996, retornó en el 2004, y se reeligió en el 2008, pero quiere volver en el 2016, cerrandoles el paso a nuevos aspirantes como Reinaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Temístocles Montás y Radhamés Segura.
El presidente Danilo fue candidato en el año 2000, buscó en el 2007 la nominación de su partido, pero Leonel le cerró el paso, ganó las elecciones del 2012 y hay quienes lo promueven para la reelección del 2016.
En el Partido Reformista Social Cristiano, único partido que luce cohesionado desde hace dos años, a la cabeza de Federico Antún Batlle, está Amable Aristy Castro, quien se inició desde el 1986 como diputado y desde el 1990 como senador y candidato presidencial en el 2008. Quique Antún y Víctor Bisonó se avisoran como los aspirantes de ese PRSC.
UN APUNTE
Retos de partidos
Los analistas políticas entienden que el reto de los partidos es retomar las ideologías, que fueron sustituidas por el pragmatismo, el clientelismo y la logística, así como retomar las escuelas de cuadros para profesionalizarlos políticamente y renovar su dirigencia, la cual ha envejecido y no da paso a jóvenes ávidos de incursionar en política.
EL DATO
Los emergentes
Los llamados partidos emergentes tienen problemas de crecimiento y sirven como visagras a los demás partidos en elecciones.
