El comercio de ropa de paca está infligiendo un duro golpe a las tiendas populares producto de la carestía y la poca calidad de las mercancías de estos últimos establecimientos. Algunos propietarios de tiendas dicen que han tenido que dedicarse a la venta de paca.
En una atractiva opción se han convertido estos puestos de ropa para aquellas personas que por su limitado poder adquisitivo no pueden comprar una camisa, un zapato o un pantalón nuevos en una tienda.
Ese negocio se ha propagado por todo el país. Muchos comerciantes traen sus mercancías del exterior. Unos la compran a mayoristas y otros viajan a la zona fronteriza.
Algunos comerciantes han instalado sus pequeñas tiendas de paca en sus viviendas.
Para aquel que no tiene dinero para comprar una prenda de vestir de marca en una boutique o en una plaza (los famosos mall), encuentra la opción d el bazar de paca. El auge de ese tipo de negocio encuentra su razón en la carestía y la baja calidad de la ropa que, según clientes, ofertan las tiendas de las arterias populares.
Afluencia
Cada día se ven decenas de compradores que se encorvan para escarbar entre cajas la prendas de vestir de su preferencia por el un precio que puede ir desde 20 hasta 300 pesos.
Este comercio se ha dinamizado de tal forma, que muchos comerciantes sostienen que han tenido que cerrar sus tiendas para dedicarse a ese tipo de venta de ropa usada importada de Estados Unidos y Europa.
Ese tipo de negocio tiene la particularidad de no aceptar devoluciones y algunas de ellas no permiten ni que el comprador se mida la pieza elegida.
Vendedores reconocen que la venta de paca se ha convertido en uno de los negocios más atractivos.
Tiendas se quejan
Para el presidente de la Asociación de Tiendas de la Duarte, Robert Fernández, el negocio de paca está afectando a los dueños de tienda no solo por los clientes que les acapara sino por la práctica desleal, ya que esa ropa la pasan con donaciones sin pagar impuestos, por lo que se ha convertido en una amenaza para esos grandes establecimientos.
“El Gobierno tiene que formalizar eso para que cada uno pague los impuestos por lo que está trayendo, porque eso está entrando como donaciones y lo están vendiendo”, señaló Fernández.
Cree que el crecimiento del negocio de las pacas se debe a que no pagan impuesto y por eso pueden ofertar las mercancías a bajos precios.
Los fardos de paca se venden desde 3,500 hasta 30 mil pesos dependiendo de la cantidad de la mercancía, de su calidad y condición
Víctor Familia, quien viene vendiendo ropa de paca desque hace 16 años en la calle París, aduce que el hoyo se lo están haciendo las mismas tiendas por lo caro que venden.
Concentración
Su principal concentración está en el mercado de Pulgas de la carretera Sánchez con las avenidas 30 de Mayo y Luperón, que opera sólo los domingos. En la calle París, próximo a la Duarte, ahí funciona todos los días en ambos lados de la vía.
La ropa de paca que antes sólo era usada por la clase menos pudiente, ahora también es buscada por jóvenes de clase media.
Buenos precios
Muchas de las personas que se suplen en esos lugares aducen que lo hacen porque las mercancías de las tiendas han bajado de calidad y venden muy caro.
“Todo el mundo ya está comprando ropa de paca, porque las tiendas están vendiendo muy caro y ropa mala”, consideró Rafael Santana, un asiduo cliente a las pacas.
UN APUNTE
Originalidad
Muchos prefieren ropa usada de marca reconocida, a nueva de mala calidad, según refirió el Joven Ramón Jiménez, quien dijo que se viste de ropa de paca. Los precios por pieza van desde 20 pesos hasta 300. El precio de un pantalón oscila entre 150 y 300 pesos. Se ofertan piezas de vestir Náutica, Calvin Klein, Ralph Lauren, Michael Kors. Lands’ End, American, Blue Country, Rochas , polo y otras marcas de reconocimiento mundial.
