Opinión

Vienen los chinos

Vienen los chinos

Ernesto Guerrero

En china hay 1,300 millones de habitantes, de los cuales 135 millones hacen turismo externo. Europa y Estados Unidos son los destinos predilectos, y el Caribe espera su turno. Captar un millón de turistas chinos anualmente, debe ser nuestra meta; y para lograrlo contamos con los atractivos y facilidades del país; las nuevas relaciones diplomáticas; vuelos directos con Centroamérica y nuestra cercanía con Cuba.

En 1973, participé en el primer curso de formación de guías turísticos, organizado por el Ministerio de Turismo; Virginia Gómez (ida muy a destiempo) fue quien coordinó la formación de unos 40 estudiantes, que durante varias semanas recibieron docencia de destacados profesionales, en áreas como: historia, folklor, protocolo, dicción, etc. Este grupo fue la vanguardia para que los turistas fueran vistos en las calles y no solo en “la cabeza de Miolán”.

Desde esa fecha hasta el 1978, trabajé intensamente con puertorriqueños (nuestro primer mercado), a estos siguieron estadounidenses y canadienses. Paradójicamente, nos alborozábamos cuando nos tocaba guiar a los adinerados turistas venezolanos a quienes apodamos “dame dos” ya que esa era su respuesta habitual, al escuchar los precios en las tiendas de artesanía.

En esa época, los hoteles Embajador y Jaragua eran los únicos que hospedaban grupos de turistas. El hotel del Central Romana era lo único que había en el Este, y Puerto Plata era entonces, el primer polo turístico. Jack Tar fue el primer hotel en ofrecer la modalidad todo incluido. Los casinos, los divorcios al vapor, y la facilidad para entrar al país presentando solo una licencia de conducir, contribuyeron para que los extranjeros se animasen a visitarnos.

Hablar en otro idioma es una poderosa herramienta, para entrar y mantenerse exitosamente dentro de este y otros renglones de la economía. Es satisfactorio, encontrar personal de servicio en los hoteles, que hablan francés, inglés, alemán y hasta ruso. Para los que quieren entrar en este apasionado trabajo que comiencen por aprender mandarín.

Pronto volveremos a ver un aumento de inmigrantes chinos, no pasando clandestinamente por la frontera, sino por la alfombra roja de nuestros aeropuertos. Y contrario al temor que generaba en Europa Medieval la frase“ Vienen los Hunos” ahora todo es algarabía cuando se dice ¡vienen los chinos!

El Nacional

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