Muchas personas, estudiosas de la sociedad, su desarrollo e historia, dicen que la batalla por la igualdad entre hombres y mujeres, es el desafío mayor de la humanidad, y las cifras para la Unión Europea, señalan que allí se tardará aún otros 70 años para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. Para estos países nuestros, ubicados en la ruta del sol y llamados “bananeros”, habrá que imaginar un poco más!

La lección dada por el país “más poderoso” del mundo, de preferir a un personaje turbio que, sin disimulos demostró en toda la campaña electoral, misoginia, racismo, clasismo, personalidad sectaria y fanática, junto a una ignorancia total del manejo político de un Estado, es más que una prueba de la brecha socio cultural de género en la humanidad.

Hace algunos años, precisamente el 24 de junio 1999, en época de la precampaña electoral del PRD, desde esta misma columna, escribía que, a pesar de que en el plano social ampliado, las mujeres tenemos una mayor aceptación en las funciones que desempeñamos, las estructuras del poder tradicional se convierten en un muro de contención a nuestras legítimas aspiraciones: su autoritarismo discriminante y la doble moral que plantean, nos impiden desarrollarnos en igualdad de oportunidades, a pesar de que, en su discurso demagógico, promuevan valores democráticos. Entonces, Milagros era, como lo es hoy la Sra. Clinton, una política preparada, ambas mucho mejor que sus contendientes masculinos.

Ese marco, demostradamente más sexista que racista cuando se eligió en EEUU, hace 8 años en las primarias del partido demócrata al presidente Obama antes que a la Sra. Clinton, persiste a través de los años como un enfoque natural de la vida de la democracia.

Y las instituciones “democráticas”, en nuestra realidad occidental, mantienen una propuesta violenta contra las mujeres, una perspectiva androcentrista trasmitida al pueblo en su media de población masiva, mantenida en la ignorancia y la frustración, que se moviliza ante cualquier representación similar a la de Trump, un masculino violento, con mentalidad exclusiva y con todas las mañas para impresionar y mantener el atraso que, ojalá, en los próximos 4 años, el mundo pueda frenar.

Es noviembre, de reflexión para la No Violencia contra las Mujeres, por lo que el tema es pertinente. El Estado se pregunta el porqué del incremento de las violencias contra las mujeres, pero nada hace para desmontar un imaginario socio cultural que nos maltrata y mata.

Tiempos difíciles se acercan para las personas excluidas del poder, allá y acá!