El 15 de abril de 1947 Jackie Robinson causó una gran erupción en el béisbol de Grandes Ligas.
Ese día se convirtió en el primer afroamericano en jugar en el mejor béisbol del mundo, iniciando una titánica lucha contra las barreras de la segregación racial.
Sólo nueve años después (1956), Osvaldo Virgil comenzó a enfrentar incontables manifestaciones del racismo, teniendo como recompensa el logro de ser el primer dominicano en jugar en la Gran Carpa.
Hoy, al cumplirse 60 años de ese histórico hecho, “El Orégano”, sobrenombre de Virgil, valora con orgullo ser parte de una linda historia que le hace acreedor del reconocimiento y aprecio de sus compatriotas.
Nacido el 17 de mayo de 1932 en la provincia de Montecristi, Virgil se trasladó con sus padres a Estados Unidos en 1945. Allí residió y estudió, graduándose en la escuela secundaria DeWitt Clinton High School.
Había sido firmado en 1953, pero no fue hasta el 23 de septiembre de 1956, cuando fue subido al equipo grande por los Gigantes de Nueva York.
Aunque bateó de 4-0 jugando como defensor de la antesala, ese día -según ha confesado- vivió uno de los momentos más felices de su vida, sin siquiera imaginar el aluvión de humillaciones que tendría que enfrentar por su color.
Sólo el amor por el juego y su gran temple le ayudaron a mantenerse en las Grandes Ligas.
“No hay comparación de lo que vivimos en aquella época con los tiempos de ahora”, expresó.
“Había racismo contra los afroamericanos y latinos y tuvimos que adaptarnos. Eso no es lo que se vive hoy”.
Más crudo aún debió sentir el racismo Virgil, cuando dos años más tarde de su debut pasó a los Tigres de Detroit, donde sería el único jugador de color.
Una sobresaliente actuación al bate (de 5-5) marcó como una fecha de grata recordación su debut con ese equipo el 16 de junio de 1958.
Durante su trayectoria de nueve temporadas en las Grandes Ligas, Osvaldo Virgil militó con los equipos Gigantes de New York, Tigres de Detroit, Atléticos de Kansas City, Orioles de Baltimore, Piratas de Pittsburgh y Gigantes de San Francisco.
Sus números
Por sus habilidades de utility, Virgil se desempeñó en todas las posiciones, sin incluir la de lanzador y jardinero central.
Finalizó su carrera con promedio de .231, fruto de 174 hits en 753 turnos al bate; con 14 jonrones, siete triples, 19 dobles, 75 anotadas y 19 dobles 34 bases por bolas recibidas
y seis bases robadas.
Durante se estadía en las mayores compartió juego con otros dominicanos y latinos de gran renombre como Juan Marichal, Felipe Rojas Alou, Manuel Mota, Roberto Clmente y Orlando Cepeda, entre otros.
“Nosotros hemos tenido jugadores muy buenos, pero Felipe Alou es el más completo que he visto”, opinó.
El Orégano Virgil “condimentó” las Grandes Ligas para 688 jugadores dominicanos que han seguido sus pasos, y seguimos contando.
UN APUNTE
Honrarán a Virgil hoy
El inmortal del deporte dominicano, Osvaldo Virgil, será objeto de un homenaje por parte del ministro de Deportes, Danilo Díaz.
La actividad será a partir de las 2:30 de la tarde en el salón James Rodríguez del Ministerio de Deportes.
