La gran diferencia
1 de 2
A mediados de la década de 1980, en el pasado siglo, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos, llevó a cabo una de las mayores operaciones contra el crimen organizado que se recuerde.
Esta operación dio como resultado la detención de más de 100 delincuentes pertenecientes a diferentes niveles de la mafia italiana.
Durante esas operaciones conocidas como Pizza Connection Trial (que podríamos traducir como juicio contra la conexión de la pizza), cayeron en manos de la Justicia- y fueron condenados posteriormente-, los principales cabecillas de la distribución de cocaína y heroína, de lavado de dinero, y otras formas delictivas en varias partes de Estados Unidos, Italia y España.
A la hora en que se ejecutaban arrestos en Nueva York, Arizona, California, Florida y otros lugares de Estados Unidos de América, se producían simultáneamente detenciones en España y en Italia, ya a que el trabajo de investigación se había llevado de manera coordinada.
El FBI y otros cuerpos de policía condujeron una investigación por varios años bajo la más estricta confidencialidad, para no despertar sospecha alguna que pudiera echar por tierra el trabajo de inteligencia.
He querido exponer lo anterior, para llamar la atención sobre lo poco razonable que resulta que los órganos de persecución del crimen organizado en República Dominicana se hayan acostumbrado a dilucidar las investigaciones a través de los medios de comunicación, echando al piso procedimientos rutinarios de discreción.
