Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

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Somnolencia o deseo excesivo de dormir

 

Este término se refiere a que alguien puede sentir un sueño desmedido a cualquier hora del día. Algunas personas llegan a quedarse dormidas en situaciones o momentos inconvenientes y/o peligrosos. La somnolencia excesiva durante el día puede ser el signo de un trastorno de la salud.

La depresión, la ansiedad, el estrés y el aburrimiento pueden contribuir a una somnolencia colosal y causar fatiga y apatía.

Podría, este síntoma, estar causado también por otros factores como un dolor crónico (padecerlo constantemente puede producir depresión), la diabetes, cambios en los niveles de sodio en la sangre, ingesta de medicamentos como son los tranquilizantes, los somníferos y los antihistamínicos, exceso de calcio en la sangre, el trabajar muchas horas o por turnos diferentes y/o por la noche, el insomnio nocturno, baja actividad de la tiroides, etcétera.

La somnolencia se puede aliviar investigando su origen con ayuda del médico. Éste le hará una serie de preguntas. Lo más probable es que la mande a realizar algunas revisiones que pueden abarcar exámenes de sangre (un CSC y fórmula leucocitaria, nivel de azúcar en la sangre, electrolitos y niveles de la hormona tiroidea), tomografía de la cabeza, estudios del sueño, exámenes de orina y otras que considere oportunas.

Hay que diferenciar las diversas expresiones del término del sueño excesivo. Existe la hipersomnia, que es un aumento patológico del tiempo dedicado a dormir (suele ser más de 10 horas diarias). Está la somnolencia, que es un estado intermedio entre la vigilia y el dormir ocupando el tiempo normalmente dedicado a la vigilia durante el día, la clinofilia (el amor a estar acostado, la tendencia a permanecer en la cama y que no implica necesariamente dormir) y el retraimiento afectivo (común en patologías psicóticas). Aunque el sujeto parece estar dormido, suele estar ansioso y vigilante.

El síndrome de apnea del sueño (SAS), relativamente común en el hombre, 5% de la población en general, está correlacionado con la edad pero un tercio de los pacientes que lo padecen están deprimidos y la mitad ansiosos. Indican los especialistas que el SAS suele asociarse con otros problemas que conciernen a la impotencia, el alcoholismo, los trastornos de la conducta o de la memoria. Este estado de necesidad de dormir en exceso puede estar asociado también a trastornos afectivos como son las pérdidas de cualquier índole y asimismo con la ingesta exagerada de carbohidratos. Los síntomas suelen estar asociados con depresión fuerte y con una peor calidad de vida. En estas afecciones los registros polisomnográficos pueden acusar menos hipersomnia que la referida por el paciente. Más bien se trata de una sintomatología intermedia entre la hipersomnia y la clinofilia. La clinofilia va asociada con una ilusión de estar durmiendo llamada agripnagnosia.

Conclusión, si estamos afectados por un deseo de dormir constante, visitemos a nuestro médico que es el que podrá detectar su procedencia y ayudarnos a superarla.

El Nacional

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