Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Adiós a Robin Williams, gran actor norteamericano

 

Consternación y tristeza me ha producido la noticia de su muerte, sobre todo porque, como sabemos, Robin se quitó la vida. Su desesperación le superó. Después de haber sido admirado por miles de personas, también será juzgado y repudiado por ese acto.

Yo soy partidaria de intentar no juzgar, por lo menos en la medida de mis humanas posibilidades. Simplemente siento pena porque este hombre, desde que vi “El club de los poetas muertos”, film en el que se toca, además, muy de cerca el tema del suicidio, empecé a admirarle. Aparte de considerarle un excelente intérprete, había algo en su mirada y en su sonrisa, o en sus expresiones de abatimiento, que me calaban profundamente el alma. Incluso cuando sus roles estaban dirigidos a hacer reír al público, había en él, a mi modo de ver, siempre una expresión de ternura que llamaba mi atención. Nunca hubiera podido imaginar que terminaría sus días así. Este es, para mí, un ejemplo más de lo verídico que es el dicho “las apariencias engañan”.

Nacido el 21 de julio de 1952 en Chicago, Illinois (Estados Unidos de América) se estranguló con un cinturón el pasado 11 de agosto. Robin McLaurin Williams era hijo de una modelo, Laura, y de Robert, un ejecutivo de la empresa de automóviles Ford.

Su carrera fue muy prolífica y obtuvo numerosos galardones a lo largo de su vida artística. No voy a extenderme en mencionarlos. La prensa internacional se ha encargado de hacerlo, porque son de sobra conocidos y porque lo único que pretendo con estas breves líneas es manifestar mi pesar por esta pérdida. El actor llevaba ocho años sin tomar alcohol, al que se había vuelto adicto, cuando recayó. Fue ese el motivo por el cual tuvo que recurrir a ayuda profesional. El 9 de agosto de 2006 se internó, por voluntad propia, en un centro de rehabilitación en la ciudad de Newberg (Oregon), admitiendo que era alcohólico. Casi tres años más tarde, en marzo del 2009, tuvo que ser hospitalizado por problemas cardíacos y tuvo que someterse a una cirugía cardiovascular para reemplazarle la válvula aórtica. La intervención quirúrgica resultó ser un éxito el 13 de marzo de 2009, en la Clínica Cleveland.

Robin contrajo matrimonio tres veces. Con su primera esposa, Valerie Velardi, de quien se divorció, tuvo a su hijo Zachary. Había comenzado una relación con Michelle Tish Carter que terminó en el 1986. En 1989 se casó con la productora Marsha Garces Williams, quien había sido su asistente personal. Con Marsha, fue padre de dos hijos, un varón, Cody Allan, y una hembra, Zelda. En el año 2011 se divorció de Marsha y en el mes de octubre del mismo año se casó con la diseñadora gráfica Susan Schneider.

Quizás iba buscando el amor y la paz que no logró encontrar en sí mismo, a pesar de sus innumerables éxitos, y era víctima de una grave depresión. ¡Hasta siempre, Robin!

 

El Nacional

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