Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

La gran artista Mercedes Sosa I

Necesario, aunque insuficiente, es escribir más de una página sobre esta maravillosa artista. Nacida en San Miguel de Tucumán, Argentina, el 9 de julio del 1935, fue una de las máximas representantes de la música folclórica y testifical de América Latina del siglo XX. Su familia procedía de indígenas diaguitas y era de humilde origen obrero. En la adolescencia, Haydée Mercedes Sosa fue profesora de danzas nativas y también cantaba. En el 1950, bajo el seudónimo de Gladys Osorio, participó en un concurso de radio y obtuvo un contrato por dos meses de actuación en la emisora LV12 de Tucumán. Establecida en Mendoza, debutó discográficamente con “Canciones con fundamento”. Militó en el Partido Comunista de Argentina a partir del 1960.

Tras una gloriosa actuación en el Festival de Cosquín, en el año 1965, añadió la demanda política a su propósito artístico. Se transformó, junto a sus compatriotas Jorge Cafrune y Atahualpa Yupanki, en uno de los símbolos de la lucha contra las injusticias sociales. En ese mismo año grabó el único tema de la obra “Romance de la muerte de Juan Lavalle” de Sábato y de Falú, dando a conocer, en 1966, “Yo no canto por cantar”. Después grabó el álbum “Hermano” y en el 1967 “Para cantarle a mi gente”. Entonces comenzó a realizar giras internacionales: Miami, Lisboa, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tifilis. Conoció a Ariel Ramirez, el compositor de “Misa Criolla”, quien le propuso que interpretase “Mujeres Argentinas”. El disco se grabó en 1969, poco después de “Con sabor a Mercedes Sosa”. Por entonces la habían censurado en la radios oficiales de su tierra natal por la reforma radical política que reivindicaba frente a la gran represión que vivía Argentina.

En 1970 participó en el film “El Santo de la Espada”, de Leopoldo Torre Nilsson, que narraba la vida del General San Martín, Padre de la Patria Argentina. Dio a conocer varios álbumes: “El grito de la tierra”, “Navidad con Mercedes Sosa”, “La voz de Mercedes Sosa” y “Homenaje a Violeta Parra”. Fue también, por entonces, cuando volvió al cine en el film “Güemes” (La tierra en armas), en el papel de Juana Azurduy.

En 1972, mientras su arte sufría la constante amenaza de la censura impuesta por el gobierno militar de su país, publicó “Hasta la Victoria”, un disco repleto de contenido socio-político. Asimismo, ese mismo año le puso voz a “Cantata Sudamericana”. “Mercedes Sosa” y “Traigo un pueblo en mi voz” que nacieron en el 1973, año del agitado regreso a la democracia.

En 1976, cuando los militares volvieron a dar un golpe de Estado, se publicó “Mercedes Sosa” y en 1979 “Serenata para la tierra de uno”. A pesar de la violencia existente, ella seguía cantándole a la vida. Mas, el acoso a que fue sometida resultó serle insoportable. Tras ser detenida durante un concierto en la Ciudad de La Plata, junto a 350 asistentes, tuvo que exiliarse. Primero vivió en París y al año siguiente, en 1980, se emplazó en Madrid. Pudo, entonces, desarrollar, una intensa actividad artística internacional.

El Nacional

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