Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

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Historia del dogma de la Concepción de María, madre de Jesús

 

Muchos no la veneran, no siendo este dogma señalado, con claridad absoluta, en las Sagradas Escrituras. Pero creo que es necesario instruirse en muchos temas por más que podamos rechazarlos. De hecho, numerosos creyentes católicos, creen que la Inmaculada Concepción se refiere al hecho de que la Virgen concibió al Hijo de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo. Sin embargo esta fe se refiere a Ella misma, a su propia concepción.

El franciscano Escoto, al principio del siglo XIV, inspirado en algunos teólogos del siglo XII, desentrañó las réplicas contra la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. Sostuvo que Cristo, antes de nacer, la preservó del pecado original. Se dice que su iluminación le llegó al pasar frente a una estatua de la Virgen y le rogó: “Dignare me laudare te: Virgo Sacrata”.

María, siendo libre, nunca ofendió a Dios, jamás perdió la gracia recibida ni la fuerza para evitar el pecado. Este dogma afirma que las gracias de Cristo se aplicaron ya desde el momento de su propia concepción.

Las ideas de Escoto causaron una gran polémica. Pero, después de que el Papa Sixto IV aseverara, en 1477, la Misa de la Concepción, su doctrina fue aceptada en las escuelas teológicas. Excelente fue la cooperación del mundo universitario de París, Maguncia y Colonia y, en España, la de Valencia (1530), Granada, Alcalá (1617), Salamanca (1618) que declararon a María Inmaculada como su Patrona, jurando defender esa doctrina.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, el pecado original afecta a la naturaleza humana y se transmite a toda la humanidad por herencia. Pero Jesús tuvo la potestad para resguardar a Su Madre del mismo. El fundamento de la Inmaculada no hace referencia a la virginidad de María sino que significa que María nunca tuvo pecado, ni siquiera en el instante de su concepción, aunque el dogma no fue declarado por la Santa Sede hasta el 8 de diciembre de 1858. La creencia de que la Virgen nunca tuvo pecado existe desde los primeros siglos del cristianismo. Pero hubo cristianos destacados, incluso santos, que manifestaron dudas que fueron despejándose a lo largo de siglos de estudios y debates. Cuando Pío IX (1840-1878) lo declaró como real, los católicos ya creían en él. Casi la totalidad de los obispos se mostró a favor de la tesis dogmática y fue innecesario convocar un concilio.

¿Pero cuáles son las fuentes bíblicas que apoyan el dogma? Los teólogos citan las siguientes: -Lucas, 1, 28: El angel Gabriel se dirige a María llamándola “kecharitoméne”, que significa “llena de gracia”. -Génesis 3, 15: “Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya”. -Apocalipsis, 12, 5: “Una señal afloró en el cielo: una mujer vestida de sol y la luna bajo sus pies”.

La doctrina sobre el privilegio de María está contenida en las enseñanzas al confrontar Su figura a la de Eva, al exaltar Su admirable pureza y Su Maternidad Divina. (continuará).

El Nacional

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