Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Dr. Wayne Dyer II

El fulgor que el doctor desprendía, como hemos mencionado, hacía que llenase salas por todo su país. Él era una auténtica fuente de inspiración que se prodigaba en programas de televisión y de radio.  Psicoterapeuta, doctorado en las Universidades de Wayne y de Michigan, fue profesor de psicología en la Universidad de Nueva York, co-autor de tres libros de texto y colaborador en muchos periódicos.

Su inspiración fue la rama de la llamada Psicología humanista que pretendía ser el 4º paradigma, tras el Psicoanálisis. Esta influencia se demostró en su creencia en las posibilidades de las personas para desarrollar todas sus potencialidades en lugar de centrarse en tratar la enfermedad o el trastorno como hacen otras teorías psicológicas.

Aunque se le dijo que tenía Leucemia linfocítica crónica, los que conocieron acerca del Dr. Dyer saben que no era un candidato viable para padecerla.

Tras el shock inicial, él lo trató como a los demás reveces en su vida, creyendo que cada gran avance espiritual es precedida por algún tipo de lucha.

“Los momentos bajos nos proporcionan una nueva perspectiva para impulsarnos a un lugar más alto.” Esta creencia le ayudó a mutarse a una fase de aceptación. “Tenemos que cambiar nuestro concepto de nosotros mismos, dejar de lado cualquier tipo de diálogo interior, como, estoy deprimido, me siento débil, estoy enfermo y reemplazarlo por el estado saludable que deseamos se manifieste, centrarnos en lo que vamos a crear y vivirlo no sólo a nivel intelectual, sino también a nivel de los sentimientos.

Hay que obrar con sentimientos para que el deseo se haga realidad. Esto ayuda a cambiar esa energía o frecuencia vibracional. Lo bueno es que no es necesario entender cómo funciona para que funcione!”
Dyer nos invitaba a recordar que no somos nuestro cuerpo físico. Nuestra esencia es amor puro. Para sanar, debemos reconocer nuestra magnificencia y vivir desde ese lugar de infinito poder.

Uno de los cambios más importantes de los que habló el Dr. Dyer con respecto a su dolencia fue el despertar del deseo de servir, ser más amoroso y generoso, sin las necesidades del ego de ser agradecido o apreciado. Él lo describió como “dejar crecer lo Divino dentro de uno”.

Vivir con cáncer significó para él hacerlo desde un lugar de amor incondicional. “Tenemos infinidad de posibilidades y todo lo que tenemos que hacer es recordarlas”. Afirmaba.

“Puedes mirarte a ti mismo con ojos nuevos y abrirte a nuevas experiencias o puedes seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera, hasta que te entierren.”

“Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades”.
“Los únicos límites que tenemos son los límites que creamos”.

“El ahora es todo lo que hay, y el futuro es otro momento presente para ser vivido cuando llegue”
“El último traje que usas, no tienes bolsillos”
“La forma más elevada de ignorancia es cuando rechazas algo sobre lo que no sabes nada”

El Nacional

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