Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Aprender a vivir sin pareja

Aunque a casi todos nos gustaría encontrar una pareja ideal, está bien disfrutar de la soltería.

Existen momentos en los que es necesario adaptarse a ello. Por ejemplo tras una ruptura.

Saber estar solo es gratificante a nivel emocional, si uno cambia el término “soledad” por el de gozar de uno mismo. Aunque se tengan nuevas relaciones uno puede empezar a elegir el no dejar de lado sus prioridades, hobbies y diversiones.

La soledad es una escuela de aprendizaje de fortaleza cuya clave reside en vivirla con alegría, no como un drama.

Muchas veces es gratificante, sin embargo, existen ciertos límites. No es aconsejable que una persona mayor esté siempre sola.

Además esto se puede convertir también en una costumbre que nos hará rechazar alguna buena oportunidad de no estarlo.

Pese a que la sociedad sigue con los parámetros de que un hombre es quien tiene que pagar cuando sale con una mujer, las tendencias van cambiando.

Cuando una mujer o un hombre están, o dejan de estar, en una relación, la economía se altera un poco.
Aprender a vivir en soltería enseña que la felicidad no depende de lo que los demás opinen. Lo importante es como uno lo ve.
Además se asimila el vencer el miedo y uno se libera del pasado, acepta su nueva condición viendo solo lo positivo y se abre a nuevas oportunidades.

Uno es dueño de sus acciones, nadie le controla. Uno puede dedicarse a cuidarse más, llegar a casa a la hora que desee, estudiar y/o crecer más profesionalmente.

No hay que olvidar que la soltería puede ser una etapa circunstancial en cualquier momento en nuestra vida.

Sin embargo algunas personas viven en pareja durante muchos años y al separarse, por el motivo que sea (muerte, divorcio, etc.) se les hace difícil aceptarlo, acostumbrarse a ello, es para estas personas dificultoso asumirlo.

La vida siempre nos regala momentos agradables y desagradables. Pero lo importante es aceptar que debemos aprender a no depender de los demás y significa que uno debe intentar sentirse pleno consigo mismo.

El Nacional

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