Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Roghul Khairzad una de las mujeres más valientes de Afganistán
Esta señora es senadora y defensora de los derechos de las mujeres en Afganistán, tarea muy difícil en ese país.
Dos días antes de la fiesta musulmana del cordero, el 4 de agosto de 2013, los talibanes atacaron su vehículo.
A principios de este año volvieron a hacerlo. Estuvo dos semanas en coma. Ahora lucha por recuperarse y afirma que no se va a rendir.

Estas son sólo partes de sus declaraciones:
“Mataron a mi hija Dunya (9 años), cuya hermana gemela quedó paralizada, y a mi hermano Ghulam Jailani. Yo recibí nueve disparos en el hígado, un pulmón y una pierna.” Nadie ha respondido por los crímenes.
“Cuando salí del hospital después del primer ataque, volví directamente al trabajo pues quería manifestar que continuaba. Y quería motivar también a otras mujeres. El Ministerio de Asuntos de la Mujer me concedió un premio por ser la mujer más valiente de Afganistán.

Pero aunque no estoy sola, los talibanes no tienen piedad de nadie, sobre todo si se trata de mujeres que luchan por sus derechos. Desean sembrar el pánico y poner fin a nuestras acciones.

Mi familia vive constantemente sumida en el miedo. Algunas veces siento vergüenza porque todo lo que les ocurre es a causa de mi trabajo, por aquello en lo que creo. Siento temor de que sigan agrediéndoles.

El gobierno afgano ignora a las mujeres. Si un político hombre hubiese sufrido las amenazas y los ataques que yo sufrí, estaría cercado de escoltas. Pero cuando se trata de féminas las cosas son muy distintas.

No encuentro suficientes palabras para compensar a Amnistía Internacional todo el apoyo que nos ha brindado a mí y a otras mujeres en situaciones similares. Me proporcionan poder y energía. Me gustaría pedirles a ellos y a sus seguidores que continúen apoyando a las mujeres afganas y de otros países en donde se sigue la misma pauta.

Mi intención es trabajar con tesón para construir un futuro mejor para las mujeres vulnerables de mi país. La política es mi pasión, es lo que he elegido hacer, y es lo que seguiré haciendo.”

En el último año, Amnistía Internacional ha registrado un número alarmante de amenazas y ataques contra quienes defienden los derechos de mujeres y niñas.

Con la toma por parte de los talibanes de la provincia de Kunduz y alrededores a finales del pasado mes de septiembre esta amenaza se ha acrecentado aún más.

Los talibanes han llevado a cabo registros en busca de defensoras que supuestamente tenían en “su lista”. Algunas lograron huir. Las que se quedaron, temiendo por sus vidas, se escondieron.

Estas mujeres no sólo se ven amenazadas por los talibanes, sino también por parte de miembros del gobierno, autoridades, y hasta por familiares que ven su labor como un reto a las normas culturales, religiosas y sociales que decretan el papel de la mujer.
¡Este no es el siglo XXI para todos!

El Nacional

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