Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Recordando a Hedy Lamarr, actriz (II)
Como les comenté, la intérprete que, en un principio, La Metro Goldwyn Mayer, esperaba de Hedy Lamarr, no llegó a realizarse. En ese sentido se equivocaron con mucho. Sin embargo, en cuanto a su “otra vida”, las cosas fueron muy diferentes ya que muchos hombres cayeron a sus pies, cautivados por sus ojos de aparente inocencia que escondían a una “señora de armas tomar”.

Y esto lo demuestra el simple hecho de que el papel con el que más se la ha identificado ha sido el de una fémina por cuyo amor un hombre perdió toda su fuerza: la historia bíblica de Sansón y Dalila (Cecil B. De Mille, 1949).

Y como ya he relatado, cuando ella finalmente abandonó los platós, pasó a la historia por sus descubrimientos en el campo de la defensa militar y de las telecomunicaciones, un hecho realmente destacable. Además Hedy figura como coinventora de un sistema multi frecuencia de guía de torpedos, usado en la II Guerra Mundial, y de cuyos inicios había oído hablar a su esposo con jefes nazis. Tal sistema es básico en telefonía móvil, aunque entonces ella aún no lo sabía.

El nazismo provocó que Hedy se trasladase a Inglaterra, y posteriormente a Estados Unidos de América. Aquella sí resultó ser lo que se dice “una escapada de película” ya que la actriz abandonó al marido después de haber narcotizado a su doncella.

Mi opinión es que Hedy tenía que haberse dedicado a este tipo de asuntos tecnológicos pues, tras varios intentos de permanecer en el mundo del espectáculo, su carrera languideció entre mediocridades y de ese modo permaneció, alejada de las cámaras, hasta morir en el año 2000 en Miami (Florida).

Es posible que su belleza la desviara de su auténtico camino pero también es verdad que, de no haber sido reconocida en ese mundo, el del cine, quizás nadie hubiese prestado suficiente atención y apoyo a lo que ella aportó a nuestras existencias mediante sus descubrimientos.

El Nacional

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