Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

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Los Tres Reyes Magos de Oriente

Forman parte estas fiestas aunque es poco lo que se sabe de ellos: se ignora cuántos eran y de qué tierras procedían. Sólo es sabido lo que cuenta el Evangelio de Mateo: Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en épocas del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos inquiriendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer? (Mateo 2,1-2).
Al entrar en establo vieron al niño con su madre María y, postrándose, lo adoraron, abriendo sus presentes para ofrecérselos: oro, incienso y mirra.

La tradición nos cuenta que venían de Oriente y que se guiaban por una estrella que les condujo hasta Belén. Pero antes de llegar a Jerusalén, encontraron a Herodes quien, astutamente les exhortó a que al regreso le indicaran el sitio exacto donde se encontraba el Niño, para poder ir él también a adorarle.

Mas un ángel se apareció a los magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Entonces, no volvieron por la misma senda.

La originaria vez que surgió el nombre con el que conocemos a los Reyes Magos fue en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representando la procesión de las Vírgenes que está llevada por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen, sentada en un trono y con el Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se alcanzan a leer tres nombres: Melchor, Gaspar, Baltasar.

La tradición ha ido agregando otros detalles simbólicos con los que se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad.

Existen diversas leyendas. Una es que Federico I Barbarroja, en el siglo XII, trasladó a Colonia sus cenizas donde se veneran los supuestos restos de los Reyes Magos en una urna colocada en el altar mayor.

San Mateo nos deja ver que eran astrónomos que conocían con precisión el movimiento de la estrella. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías con el fin de acabar con su potencial sucesor. Para entonces, José ha sido avisado en sueños: Tiene que huir a Egipto con los suyos.
Desde muy antiguo el tema de los Reyes Magos ha sido plasmado por artistas pintores y modelados por escultores, representándolos en número de tres, cuatro, y en algún caso en número de dos (pocos). Actualmente existe en el mundo un monumento a la figura de los Reyes Magos que se encuentra en la localidad alicantina de Ibi, España.

Y, con este breve texto, doy por terminado el ciclo navideño, no sin antes desearles que tengan un Feliz Año Nuevo.

El Nacional

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