Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Cultura, religión e idioma de Turquía
El turco es el único idioma oficial Turquía, aunque también se hablan el árabe, bosnio, zazaki, kurdo y el circasiano.
Sustantivamente, el 90% de la población turca es musulmana de los cuales más del 80% pertenecen a la rama sunní del Islam. Una minoría, alrededor de más del 10% de la población musulmana está afiliada a la creencia Alevi. El resto de la población pertenece a otras religiones: ortodoxa griega, armenia apostólica, católica, ortodoxa siria y protestante, en particular confecciones cristianas, judaísmo y yazdismo.

El estado no tiene religión oficial ni promueve ninguna. La Constitución reconoce la libertad de culto para los individuos.
El territorio de lo que hoy es Turquía, la Península de Anatolia, estuvo poblada desde la prehistoria por sociedades desarrolladas. La agricultura, que apareció por primera vez en la vecina Siria (10000 años a. C.) se ejerció tempranamente sobre suelo turco.

Cuando entorno al año 3000 a.C. surgieron los primeros estados en Egipto y Mesopotamia (actual Irak), iniciándose la Edad del Bronce, se originaron también en la península algunas ciudades-estado, la más famosa de las cuales fue Troya. Pero es con el Imperio Hitita cuando Turquía ingresa de lleno en la Historia Universal. Hacia el 1800 a.C., unos pueblos de origen indoeuropeo la conquistaron y se propagaron por el Oriente Medio, hasta las mismas puertas de Egipto, creando así una de los grandes imperios de la época.
Alrededor del año 1200 a.C. se produjo un cambio de Era en el Mediterráneo Oriental debido a una innovación técnica: el hierro. Este metal, más barato y útil que el bronce, transmutó las relaciones de poder en la región. Urarteos, frigios y griegos se repartieron la península de Anatolia. En la Costa del Egeo, los griegos elevaron importantes ciudades-estado.
Los persas expandieron su imperio durante el siglo VI a.C. y ocuparon gran parte de la actual Turquía. Las guerras médicas (490-479 a.C.), relatadas por Herodoto, considerado como patriarca de la historia, fueron consecuencia de la competencia entre persas y griegos en el Occidente de dicha península.

Alejandro Magno conquistó, desde el año 334, todo el Imperio Persa. A pesar de su temprana muerte, la cultura helenística que introdujo permaneció durante largos siglos.

A partir del siglo II a.C., Turquía pasó a manos romanas, sin embargo la cultura y la lengua griegas subsisten. En el siglo I d.C., la actual Turquía fue un territorio helenizado, que los primeros misioneros cristianos transitaron con libertad.

Ante el peligro bárbaro, el emperador Constantino trasladó la capital del Imperio Romano a Bizancio, una ciudad fácil de defender, en el estrecho del Bósforo, que en el año 330 d.C. se convirtió en Constantinopla. Mientras que en el transcurso de los siglos V y VI, el Imperio Romano se derrumbaba en Occidente, permaneció en Oriente, con Constantinopla como su capital, que se convirtió en la ciudad más bella del mundo. La civilización bizantina es una de las culturas cristianas más antiguas.

El emperador Justiniano (s.VI) erigió la Basílica de Santa Sofía. Con el aparecimiento del Islam, en el s.VII, el Imperio Bizantino perdió parte de su territorio más no la Península de Anatolia que continuó siendo posesión de la Corona Imperial.

El Nacional

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